Red de historia de los medios

Herramientas de la Red de Historia de los Medios | Año 3 | N° 9 | 2013
La conformación de una radiofonía comercial en Argentina.

Federico Lindenboim

ReHiMe | Red de Historia de los Medios
CABA | Argentina | 2013
Se permite la reproducción total o parcial citando la fuente


 
 

La primera transmisión radial en la Argentina tuvo lugar el 27 de agosto de 1920. Sin embargo, la incorporación de la radiofonía en la vida cotidiana fue un proceso que implicó la relación entre complejas condiciones sociales y tecnológicas.

En un principio, como analizó Raymond Williams (1974) para el caso en los Estados Unidos, la oferta del dispositivo de difusión precedió a la demanda, y también, el medio precedió al contenido en la radio local. En los primeros años no había claridad en cuanto a los posibles usos sociales de la radiofonía, los cuales se perdían en una nebulosa de utópicas posibilidades de las cuales no había todavía límites para imaginar. La radio generó, para Beatriz Sarlo (1992), una fascinación técnica que llegó a articular utopías tecnológicas y fantasías para-normales. Implicó "la realización práctica de un mito: comunicarse con lo que no se ve, superar la materialidad corporal de los sentidos" (Sarlo, Ídem). Por un lado, hay un disfrute de un saber técnico de fácil acceso que no necesita de conocimientos científicos sino de un 'saber hacer' (know-how). Por el otro, hay una asociación entre esa técnica y la posibilidad de explorar mundos negados por la lógica positivista imperante, como la telepatía o la comunicación con espíritus. Lentamente, esta fascinación técnica irá dejando lugar a la configuración de prácticas, contenidos y lenguajes propios de la radiodifusión.

Sarlo también nos ayuda a comprender una de las principales afirmaciones de Williams en torno a los medios de comunicación (radio y televisión). El autor británico plantea que no fue ninguna dimensión tecnológica la que determinó que la radiodifusión siguiese un desarrollo en el sentido de transmisión de un punto a todos los hogares y con el contenido que finalmente constituyó. Los pioneros construían sus propios aparatos, con capacidad no sólo de recibir, sino también de emitir mensajes. De manera que la radio aparece asociada a unas primeras prácticas sociales que distaron de un posterior oyente "pasivo" de entretenimientos. La constitución de una radiofonía comercial, de empresas emisoras y con un lenguaje y géneros específicos, no fue el efecto de una tecnología que intrínsecamente condicionara o limitara el uso social en un único sentido, sino que tiene explicaciones económicas, políticas y sociales. En Argentina, al igual que en EE.UU., la mayor inversión se realizó en los medios de distribución antes que en la producción de contenidos, quedando los segundos como un elemento para hacer atractiva la transmisión. Surgen estaciones emisoras sostenidas económicamente por empresas de venta de aparatos de radiodifusión, que incursionan en la transmisión para promocionar la venta de radios ya armadas (como LOZ Radio Sud América). Sarlo (op. cit.) comenta como se fue constituyendo un consumidor que ya no pretendía construir su propio aparato, y ni siquiera dedicarse a arreglarlo constantemente como hobby, sino que buscaba un pasatiempo. En un principio, el problema de un contenido en este nuevo pasatiempo, se resolvió con una programación parasitaria (Williams, op. cit.), que implica transmitir acontecimientos que son independientes del hecho radiofónico en sí mismo. Al igual que la primera transmisión, que implicó reproducir la representación de la ópera Parsifal de Richard Wagner desde el Teatro Coliseo, la primera década de existencia radial dependerá de obras de teatro, eventos oficiales, espectáculos deportivos, discos de música y presentaciones de orquestas.

La mercancía radiofónica

Los medios de comunicación deben ser entendidos como medios de producción, lo que implica que la comunicación y sus medios materiales son intrínsecos a las formas de trabajo y organización social, implica que están sujetos al desarrollo histórico (Williams, 2005) por lo que no se puede analizar ninguna expresión simbólica desligada de las condiciones materiales en la que fue producida.

En el período en que comienza a desarrollarse una industria, si bien se empieza a frenar el proceso inmigratorio, comienzan importantes migraciones internas desde zonas rurales y se complejiza la vida urbana en grandes ciudades (principalmente Buenos Aires); la industria cultural se consolida, el cine con la aparición de las películas sonoras en 1933, los diarios populares con tiradas masivas y los diversos magazines en los kioskos (Tranchini, 1999). Por su parte, la radio rápidamente va adquiriendo una organización propietaria de índole comercial sostenida por la venta del espacio publicitario. Entre 1937 y 1941, las empresas de radio más importantes se integran en redes con emisoras de otras localidades, con cabeza en Buenos Aires. Lo que terminaría por definir el perfil de la producción radiofónica como comercial y centrada en la ciudad capital. Se forman las cadenas LR1 Radio El Mundo, LR3 Radio Belgrano y finalmente, LR4 Radio Splendid. Es a partir de la formación de las cadenas que, contradictoriamente, se desarrollará el momento de esplendor de la radiofonía en la década de 1940 con el aumento de la publicidad, y los picos de audiencia, sobre todo en radioteatros, fútbol y presentaciones de orquestas de tango, pero también limitará las posibilidades de desarrollo de emisoras regionales o de otro formato por fuera del entretenimiento y del carácter empresarial de las transmisoras.

La aparición de las revistas sobre la programación y el star system radiofónico, es un signo del lugar central que ocupa la radio en el sistema de medios. Un reflejo de este desplazamiento, puede encontrarse en el cambio de nombre en 1934, de la revista La Canción Moderna (relacionada con la industria discográfica) por el de Radiolandia. Es a mediados de esos años '30, que la radiofonía desarrolla su propio lenguaje y define a los géneros que la representaron específicamente (Bosetti, 1994 y González y Lapuente, 2008) y comienza a ocupar un lugar central en la vida social al hacer "sistema con el discurso periodístico especializado" (Tobi, 2008: 90), es decir, con los semanarios sobre radio y espectáculos antes mencionados. La programación se comienza a distribuir entre diversos formatos: en cuanto a musicales, hay una preponderancia del tango, pero también con una importante presencia del jazz, y en menor medida la música clásica aunque, hacia mediados de la década de 1930, comienza a descender la presencia de la programación musical ante el auge del radioteatro. Para el año 1936 el porcentaje de musicales es del 59% del espacio radial. Para 1941 es del 42% (Matallana, 2006). Para finales de los años 30 y principio de los 40, gana importancia el folklore. Entre 1930 y 1945, la programación se diversifica y comienza a dirigirse a sectores específicos de la audiencia y a incorporar nuevos grupos, con una oferta distinta de contenidos. Surgieron programas infantiles, para la mujer, informativos (los cuales tomaron mucha importancia ante la necesidad de saber lo que acontecía en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial), radioteatros de diversos géneros, y programas dedicados al espectáculo y a las estrellas radiales y cinematográficas (Matallana, Ídem) en un período de crecimiento del Star System. También fueron los años en los cuales se construye el primer edificio diseñado para ser utilizado por una radioemisora, y se empezaron a editar las revistas dedicadas al medio y a sus estrellas (Tobi, 2008) por los mismos propietarios de las estaciones, como se mencionara más arriba.

Los géneros radiales

El carácter parasitario de las primeras transmisiones tuvo en los los eventos deportivos y políticos (sobre todo de carácter oficial) contenidos fundamentales que persistieron dentro de la radiofonía e incluso definieron parte de su especificidad como posibilidad de transmisión en vivo, como efecto de inmediatez, tanto temporal como espacial. El acontecimiento político ya no estaba circunscripto exclusivamente a la plaza o a la calles, era también un hecho radial. Como la proclama del Presidente de facto el día del golpe de Estado el 4 de junio de 1943.



Otro tanto, acontecía con el deporte, como esta largada y llegada del premio automovilístico de Monza en 1953, con una victoria de Juan Manuel Fangio:


Esta especificidad de lo radial, no respondía solamente a una cuestión tecnológica, podemos advertirlo en las publicidades, principal sostén económico de la radio, las cuales se interpretaban también en vivo.


El teatro se configuró en un nuevo género, completamente único y que se convirtió en el principal de la programación radiofónica (después de la música), el radioteatro. Hubo distintas variantes, desde el melodrama.


Hasta el de aventuras como "Poncho Negro" , que tenía una historieta homónima:

 

(es interesante para ver la influencia del espectáculo norteamericano, como en la construcción del verosímil, el indio de las pampas también "hablaba" en infinitivo como en los westerns). Un lugar destacado en la programación lo tuvo también, el humor. Entre tantos cómicos se pueden mencionar a Los 5 Grandes del Buen Humor, los programas escritos por Wimpi o los personajes elaborados por Nini Marshall.

 

 

 

 

 
 
 
 
 
 
 
     

Bibliografía

Bosetti, Oscar (1994)
Radiofonías. Palabras y sonidos de largo alcance. Buenos Aires: Colihue.

González, Betina y Lapuente, Mariano (2008)
"Escenas de la radio en los años '30: los shows de música en vivo y su inserción en la vida cotidiana de la época",
en Fernández, José Luis (comp.): La construcción de lo radiofónico. Buenos Aires: La Crujía.

Matallana, Andrea (2006)
"Locos por la radio": una historia social de la radiofonía en la Argentina, 1923-1947.
Buenos Aires: Prometeo.

Sarlo, Beatriz (2004 [1992])
La imaginación técnica: sueños modernos de la cultura argentina. Buenos Aires: Nueva Visión.

Tranchini, Elina (1999)
"El cine argentino y la construcción de un imaginario criollista",
en El cine argentino y su aporte a la identidad nacional.
Buenos Aires: Honorable Senado de la Nación – Comisión de Cultura /Premio FAIGA.
ver en http://www.rehime.com.ar/escritos/documentos/idexalfa/t/tranchini.php

Tobi, Ximena (2008)
"El origen de la radio. De la radioafición a la radiodifusión" y "La presentación gráfica de la radio",
en Fernández, José Luis (director): La construcción de lo radiofónico. Buenos Aires: La Crujía.

Williams, Raymond (2011 [1974])
Televisión: tecnología y forma cultural. Buenos Aires: Paidós.

_______________ (2005)
Cultura y materialismo. Buenos Aires: La Marca.

 
     
     
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La conformación de una radiofonía comercial en Argentina.
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