Diálogo | Televisión:
60 años de
historia sin
archivos
El 17 de octubre se cumplen 60 años de la primera
transmisión pública de televisión en la Argentina.
Desde un presente digital, de transformaciones
técnicas aceleradas y políticas públicas sobre medios,
nos parece pertinente preguntarnos por el lugar que
ocupan en la actualidad los archivos históricos de la
televisión argentina. A continuación reproducimos
el diálogo que mantuvimos con integrantes del Área
de Tecnología y Sistemas de RTA (Radio y Televisión
Argentina) que se ocupan de la digitalización de los archivos de la TV Pública.
El encuentro tuvo lugar en el edificio de la TV Pública donde se hallan
los archivos de Canal 7 que conserva material fílmico del noticiero desde
la década de 1950, cuando la televisión se emitía íntegramente en vivo
y todavía no existía el videotape. El edificio inaugurado en 1978 por la
dictadura militar también conserva las marcas del saqueo y la destrucción que forman parte de la historia argentina de los últimos sesenta años. La charla fue en la sala de reuniones y comenzó con una broma sobre quién de nosotros se iba a sentar en "el sillón de Sofovich", la constatación de que la historia lejana y cercana deja sus huellas en los edificios, los muebles y las imágenes de televisión, el producto más preciado de un canal.
En la charla estuvieron presentes MateoGómez Ortega, ingeniero
especializado en Información y coordinador de Tecnología y Sistemas
de RTA; FernandaRuiz, licenciada en Ciencias de la Comunicación,
realizadora audiovisual y coordinadora del área Web RTA; MaximilianoTocco, especialista en preservación digital y tecnologías de la comunicación y responsable de Tecnología Audiovisual del área Web TV Pública, MaidaDiyarián socióloga y responsable editorial del área Web TV Pública; María Victoria Rodríguez Ojeda, estudiante de Ciencias de la Comunicación y productora de contenidos del área Web TV Pública y el historiador Javier Trímboli, asesor histórico de la TV Pública con los integrantes de ReHiMe, MirtaVarela, Ana LíaRey, Fernando RamírezLlorens, MáximoEseverri, FlorenciaLuchetti y PaolaMargulis.
MateoGómez Ortega comenzó explicando las funciones del área que él coordina dentro de RTA que, si bien no tiene como objetivo principal la conservación y acceso a los archivos del canal, está realizando al menos tres tareas que tienen consecuencias directas sobre los archivos. En primer lugar, la digitalización de aquellos que se encuentran en otros soportes. En segundo lugar, la puesta online de una porción significativa de los programas que se emiten en la actualidad y de fragmentos de programas históricos. En tercer lugar, la realización de algunos proyectos audiovisuales con la utilización de archivos: el ejemplo que eligieron para mostrarnos fue la edición de políticas públicas sobre economía que incluye discursos de presidentes y ministros de economía emitidos originalmente por cadena nacional.
La apuesta de los integrantes del área no deja lugar a dudas: sacar partido de la transformación tecnológica para poner en circulación los archivos de televisión. Sin embargo, se trata de un objetivo que excede las cuestiones técnicas y que genera infinidad de preguntas sobre las relaciones entre instituciones públicas y mercado, la actividad de las audiencias, el rol de la ciudadanía y los mecanismos más adecuados para llevar adelante esos objetivos, entre muchas otras. MateoGómez Ortega comenzó explicando que "estamos tratando de que en ese 'Radio y Televisión de Argentina', la 'y' no sea la 'y griega' sino la 'I' de 'Internet'. Por eso lanzamos un proyecto orientado hacia las redes digitales ya que pensamos en un esquema de convergencia necesario. En un momento donde la televisión está yendo hacia el mundo digital, se abren un abanico de situaciones nuevas en las que hay un encuentro entre lo que llamaríamos las redes de broadcast (las redes de radiodifusión, sistemas de radiodifusión, típicamente televisión y radio) con estos otros sistemas, otros medios, como es Internet y también ahora los celulares, los llamados celulares inteligentes. Estos pasan a ser un actor cada vez más importante, al punto que hoy se habla de un post-web o un post-pc".
ReHiMe: Y en este presente que vos describís, ¿qué lugar ocupan
los archivos, especialmente los archivos de televisión?
Mateo Gómez Ortega: Para nosotros, el espacio web es también la forma de darle una nueva dimensión a la participación de las audiencias que la televisión y la radio tienen restringidas por su misma condición de tipo
de medio. Especialmente la televisión; quizás la radio siempre tuvo una mayor cercanía con sus audiencias a través del sistema telefónico. Entonces, una primera cuestión de esta visión era plantear una nueva relación con la audiencia. La segunda cuestión es, justamente, el cambio que representa para la televisión la posibilidad de acumular y poner sus archivos a disposición, a voluntad, a demanda. Sus archivos pueden ser lo que acaba de salir al aire hace un minuto, hace una semana y, por qué no, toda su historia. Los medios digitales abren una nueva posibilidad
porque hay un cambio de estatuto del objeto. Al entrar en el mundo
digital pasa a ser algo disponible, deja de estar en el régimen de lo
escaso. Ya sea porque reproducirlo es simplemente hacer un copypaste,
ya sea porque para distribuirlo disponemos de todas las redes digitales para hacerlo circular. Realmente ahí se nos abrió un nuevo escenario, una
increíble posibilidad para, no sólo digitalizar archivos históricos, no sólo preservarlos, sino pensar cuáles podrían ser sus estrategias de difusión, de puesta en circulación, y que eso acompañe a este proyecto de convergencia digital, no sólo por lo futuro sino también haciendo presente esto.
ReHiMe: ¿Hay algún área de preservación de archivo en el canal?
Maximiliano Tocco: Es el Área de Digitalización. Todavía estamos luchando por una estructura que la incluya pero básicamente es un plan programático de digitalización y de preservación digital.
Mateo Gómez Ortega: Esto tenemos que reconocerlo arrancó con la gestión de [Rosario] Lufrano y Gustavo López cuando se conformó un grupo de asesores y expertos que estudiaron la problemática y fueron desarrollando una serie de documentos que, de a poco, se están poniendo en práctica. Hemos logrado hacer dentro de este edificio el espacio para la guarda del material histórico, los masters históricos en los distintos tipos de soporte desde el fílmico hasta el último blue-ray. Disponer del espacio físico para la preservación en condiciones de humedad, temperatura, con carros móviles, debidamente catalogados.
ReHiMe: Sí, porque en realidad cuando decías lo de Área de Digitalización, pareciera que eso no es, necesariamente, preservación.
Maximiliano Tocco: Si nos referimos a lo que es guardar el material, hablamos de "conservación" del soporte físico. Cuando hablamos de
"preservación" digital del contenido del soporte físico, es otra cosa. Hacemos las dos cosas, conservación y preservación. Necesitamos la conservación porque el tiempo arruina los soportes físicos antes de poder transferirlos a un formato digital. Después está la otra discusión de si el formato digital reemplaza o no el soporte analógico. Nosotros guardamos todo. Pero el analógico se deteriora y el digital no, entonces tenemos todo un plan armado –esto viene funcionando desde hace un año y medio o dos- para ir digitalizando. Este año se terminó esa bóveda de conservación de los soportes audiovisuales.
Mateo Gómez Ortega: Una cosa no menor es que se incorporó hace poco el dispositivo necesario para digitalizar toda la parte fílmica: un telecine con lo necesario para armar toda la cadena de producción, desde ese fílmico hasta un material audiovisual de alta definición debidamente catalogado.
Fernanda Ruiz: Quizás hay cosas que nosotros tenemos naturalizadas que por ahí está bueno definir. Mateo siempre habla de cuál es la política
institucional respecto de los archivos históricos definiendo tres ejes. Por un lado la conservación y por otro lado, la preservación digital. Y una tercera vía es la democratización de esos archivos históricos, lo cual supone una política muy compleja de llevar adelante, porque conviven una cantidad de idearios respecto de la propiedad de esos archivos. Eso ocurre en todas las instituciones y también, por supuesto, en ésta.
Esta institución ha sido devastada por las sucesivas gestiones. En el archivo histórico de Canal 7 hay piezas que han sido robadas, deterioradas, quemadas. En la dictadura hay historias realmente dramáticas acerca de cómo quedaban a la intemperie o cuando se mudó el edificio de Canal 7 acá en el año '78 hubo quienes dijeron "¿Con esto qué hacemos?". "Eso tírenlo". Tírenlo implicó que hubo gente que lo agarró y después lo trajo, o lo agarró y no lo trajo nunca. Lo que pasó con este país en términos de devastación también ocurrió con el archivo de este canal en 60 años de historia que está cumpliendo.
ReHiMe: ¿Existe o tienen previsto
hacer una historia institucional del
canal?
María Victoria Rodríguez Ojeda: Para
conmemorar los 60 años está
en marcha un proyecto donde
participan muchas áreas del canal.
Pero vamos a ver qué resulta
porque se necesitan muchos
materiales que aún no están
digitalizados. Es un trabajo que va
lento pero sí, está pensado.
ReHiMe: Hay una cantidad de
información sobre el canal a la que
es muy difícil acceder si alguien
quiere investigar. Por ejemplo,
más allá de los programas, nos
preguntamos dónde se pueden
consultar documentos, materiales
escritos. Ni siquiera sabemos qué
hay.
Maximiliano Tocco: No hay.
Justamente yo me encontré con el
problema de tener que saber de
los derechos de los programas. Fui
a ver dónde está el archivo legal.
Parece ser que detrás de esa pared
(señala una pared de la sala) hay
algo que está ahí desde el 2000
hasta ahora. Sobre los otros 49
años, no hay nada.
ReHiMe: Eso implica hacer un
doble trabajo: una genealogía de
lo que hay escrito y lo que hay en
imágenes.
Fernanda Ruiz: Este tema que
abría recién Maximiliano Tocco de
los derechos, es muy complejo.
Hay campos que son muy fáciles
de definir. Por ejemplo, lo que
son noticias, por la propia ley
Noble de Propiedad Intelectual,
del "estimado" Roberto Noble. A
principios de siglo [1933] saca la
ley de que todo lo que es noticia
es de dominio público. Por ende,
todo lo que hicieron los noticieros
de Canal 7 en estos 60 años es de
dominio público. Y la posibilidad
de digitalizarlo y difundirlo no
tiene restricción a los derechos
de propiedad intelectual. Pero
una ficción, en cambio, tiene una
superposición de derechos de
propiedad intelectual de infinidad de actores. Entonces eso implica
ir a "Legales" a ver qué decía el
contrato del teleteatro Rosa de
Lejos, por ejemplo.
Maximiliano Tocco: Si era una
coproducción o no. Entonces
podemos o no podemos subir eso
a la web.
ReHiMe: Bueno, todavía no
circulan los libretos de Chispazos
de Tradición [el radioteatro de
José Andrés González Pulido
emitido durante la década de
1930]. Sabemos que existen y sin
embargo no circulan porque están
en la familia.
Maximiliano Tocco: Va más allá
de la cuestión de propiedad
intelectual. Sobre una pieza
audiovisual hay un montón de
derechos superpuestos. Entonces
si lo emitís seguís teniendo que
pagar cánones a SADAIC, Asociación
Argentina de Actores, etc.
ReHiMe: ¿Y con las cosas que se
están emitiendo en este momento,
cuál es el criterio para decidir qué
es lo que se guarda, qué es lo que
se sube a la web?
Maximiliano Tocco: Este canal
tiene dos grandes áreas, como
casi todos: lo que es noticias y lo
que es "artístico". Cada una tiene
criterios de trabajo distintos para
generar archivo. Algunos usan un
criterio más amplio porque un
archivo hoy significa materia prima
para cosas que se producen. De
hecho, con el archivo se hacen
casi el 60, 70% de los contenidos
que uno ve en la televisión todo
el día. A veces con un archivo que
es de hace un mes: eso también
es archivo. Cada canal lo clasifica
como archivo de actualidad,
histórico, internacional, etc. El
archivo de envasados, por ejemplo,
va guardando todos los programas.
No guarda la publicidad, en
cambio. Sólo si existe un pedido
de un productor se guardan los
bloques completos. Lo mismo
sucede con el noticiero, pero con otras particularidades. El noticiero
tiene crudos (crudos de cámara,
de las agencias internacionales,
de los móviles, de los puntos fijos
coaxiles). Pero en ese caso existen
móviles del canal y también de
agencias internacionales. ¿Qué
decido guardar? En esa decisión
se evalúa si Reuters o Associated
Press lo van a tener después. Pero
de la producción del canal en
crudo (más allá de lo que se edita
y emite) se guarda según criterios
periodísticos de cada canal.
Acá, generalmente, se guardan
bastantes crudos pero a veces por
desperfectos técnicos, se pierde
algo. Sin embargo, en general,
hay una política de guardar todo
lo emitido sin [video]graph; se
guarda siempre sin graph porque
es algo que vuelve perecedero ese
contenido audiovisual. No hablo
de la hora, el archivo se hace sin
la hora.
ReHiMe: O sea que ustedes
catalogan ese material atendiendo
al criterio de recuperarlo para
producir otros programas.
Maximiliano Tocco: Dos criterios:
el periodístico, para los archivos
de noticiero, y el de envasado.
No hay una gran catalogación en
el archivo de envasados sino que
es una descripción muy básica
de lo que el productor dice que
pasó. El productor no lo hace
con el diccionario de lenguaje
controlado. El noticiero es un poco
más cuidadoso con la catalogación
(estamos hablando del archivo que
se hace día a día), pero tampoco
tienen un manual de estilo. No lo
tiene el canal 13, no lo tiene nadie,
porque no se hace habitualmente.
ReHiMe: Pero en el caso de
ustedes, al pensarse como un canal
público, diferenciado en otros
aspectos de los canales privados,
¿les parece que hay alguna lógica
o que podría haber una lógica de
conservación distinta?
Maximiliano Tocco: Por una cierta
miopía, los canales privados le
han dado poca importancia a
los archivos históricos. Canal 9
se deshizo de todo y lo mandó
al Museo del Cine. En el Museo
del Cine también está Sucesos
[Argentinos]. Canal 13, no. Canal
13 entendió la potencia del
archivo, de hecho tiene una señal
entera –Volver- que compró a
precios muy económicos otros
archivos. Entonces, ¿qué sucede?
Los canales privados manejan todo
esto con una lógica de necesidad
operativa del canal. Si nosotros
quisiéramos ver solamente las
cosas con necesidad operativa,
manejaríamos el noticiero con una
base de datos de quince campos,
y probablemente unos siete, ocho
campos en la de envasado. Para
lo que operativamente necesito.
Pero si vamos más atrás, como
éste es un canal público, esto es
patrimonio histórico y tiene que
sobrevivir a nosotros. Entonces
tiene que ser descripto de tal
forma que el paradigma cultural
en el que estamos inscriptos
no sesgue, de forma que le
sirva a otra persona que vaya a
investigar o producir sentido en
el futuro. Ahí nosotros tenemos
esa doble lucha. Porque tampoco
podemos hacer una clasificación
sofisticada que luego complique
el funcionamiento operativo del
canal. El canal tiene que poder
trabajar con este archivo.
Mateo Gómez Ortega: En el caso
del noticiero la cantidad de horas
que se guardan también está en
directa relación con la capacidad
práctica de la gente de archivo
de poder procesar, en tiempo
real, esos crudos y las señales
que se están bajando. Porque si
no fuera así y, de las 150 horas diarias que llegan de las distintas
vías, sólo se pudieran revisar 72,
se empezaría a armar una cola al
infinito. Entonces, hay un proceso
que tiene que ver con la cuestión
de que la televisión no tiene
descanso que está relacionado con
la capacidad operativa y obedece a
razones sencillamente prácticas.
ReHiMe: Y ¿cuántas horas están
guardando por semana?
Maximiliano Tocco: Envasados
[artística] graba los programas que
se emiten.
Fernanda Ruiz: Fijate que ese
nombre ("envasados") está
condenado a muerte. Hay un área
que se llama "tape"...
Maximiliano Tocco: Había un
tiempo en que la televisión no
tenía archivo, porque no se podía grabar lo que uno hacía. Tenías
fílmico para armar el noticiero
pero los programas se hacían en
vivo, la publicidad se hacía en vivo.
Después aparecen los primeros
formatos electrónico-analógicos.
Los yanquis en el cincuenta y
pico empiezan a grabar todo
lo que hacen. Entonces en la
publicidad ya no sale el tipo con
el cartel temblando porque la
tienen grabada. Por eso se llaman
"envasados", venían enlatados.
Mateo Gómez Ortega: De hecho,
los primeros envases eran "señores
envases" realmente pesados.
Entonces, hay diez, once horas
que se emiten, que es lo artístico.
Y hay otras seis de noticias. Pero
después está todo el resto: el
recorte. Los retazos que sobraron,
que en el caso del noticiero se
guardan. A veces en los enlatados
está lo que se editó y escenas que
se sacaron. Eso a veces queda y
otras veces se graba encima. A veces se encuentra material que
está catalogado como "auxiliar".
ReHiMe: ¿Existe algún criterio
general? ¿O algunos programas lo
hacen y otros no?
Maximiliano Tocco: No hubo. No
hubo en 60 años y ahora hay uno…
más o menos…
Fernanda Ruiz: Hay dos vías de
guardar lo que se está haciendo en
este momento. Una es el formato
XDCAM o el Beta en el cual se
guarda el programa en nivel de
resolución alto, de broadcast. Por
otra parte, si ustedes entran a la
web de Canal 7, se van a encontrar
con todos los programas del último
año y medio, prácticamente en
un 90%. La programación diaria
se sube en calidad viable para
Internet que está optimizada por
unos códecs para permitir una
buena calidad de imagen.
Ésa es otra línea de trabajo y de
difusión.
Fernanda Ruiz: La Mediateca de
Canal 7 http://www.tvpublica.
com.ar/tvpublica/mediateca y el
canal de Youtube es un reservorio
donde están todos los programas
desde 2010. La respuesta de la
ciudadanía a ese trabajo que lleva
nada más que un año y medio
(que en 60 años de historia es muy
poco) es enorme: pasamos los
15 millones de veces que alguien
hizo play en algún programa de la
Televisión Pública desde febrero
del 2010. De esos quince millones,
el primer millón nos costó cuatro
meses de trabajo. Ahora estamos
en 1.700.000 visualizaciones por
mes. El crecimiento es progresivo.
Y estamos llegando al millón de
seguidores en las redes sociales.
Es una comunidad que además
va creciendo en su capacidad de
diálogo sobre los contenidos que
la televisión propone. Los primeros
le hablan al video pero después
discuten entre ellos y escriben
varias páginas de argumentación.
Van creciendo los debates con
capacidad de argumentación de
la gente. Y además, esto es una
política institucional: prestarle
atención a ese debate de la
ciudadanía con respecto al video.
Ahora se abrió un ciclo nuevo
conducido por Adrián Paenza
sobre temas muy difíciles de
discutir: despenalización del
aborto, eutanasia, despenalización
del consumo de drogas…temas
muy complejos. Paenza trae
grupos de científicos de las más
diversas áreas y la gente va
opinando. Lo primero que me
dicen es que la gente va a votar
por sí o por no una consigna. Eso…
es una limitación.
ReHiMe: La gente escribe varias
páginas y le hacen poner sí o no.
Fernanda Ruiz: Pero ¿qué es lo
que emerge ahí? El mecanismo
típico de la televisión. Decime,
¿lo echamos de la casa de Gran
Hermano, sí o no? ¿Aborto sí o
no? … Pero las autoridades lo
entendieron y lentamente vamos
haciendo que se considere una
cuestión cualitativa que apunta a
una participación más profunda. Entonces, van a votar por sí o por
no, pero además van a argumentar
y seguramente se va a armar un
debate tremendo.
ReHiMe: Y en términos de archivo,
o en términos del canal, ¿qué
implica, siendo un canal público,
usar Youtube como herramienta
de acceso al material? Es decir, un
servidor extranjero, privado.
Mateo Gómez Ortega: Nos
produce algunas dudas. Por lo
pronto, estamos felices de haber
gestionado en Youtube un espacio
como el que tenemos: no tener las
restricciones que tiene un usuario
común. Nosotros podemos poner
una cantidad ilimitada de videos
de duración ilimitada. La realidad
es que en Argentina no existe una
plataforma que pueda soportar
la cantidad que hemos subido y
1.700.000 descargas mensuales.
Fernanda Ruiz: Son 18.000 videos
subidos en este momento.
Mateo Gómez Ortega: Realmente,
esto creo que excede el objetivo
de la charla, pero estamos ante
la emergencia de servicios
necesariamente globalizados que
superan toda posibilidad, inclusive
de empresas especializadas del
ramo. Porque para poder brindar
un servicio así, que a escala
planetaria uno ponga un video y,
estés donde estés, des un clic y lo
veas… Bueno, hace falta un nivel
de inversión y una tecnología que
es de otra liga, otra escala.
ReHiMe: ¿Ustedes saben cómo
están funcionando respecto de ese
punto otros canales públicos del
mundo?
Mateo Gómez Ortega: Sí, la
BBC tiene su espacio, la gran
mayoría de los canales públicos,
la Deutsche Welle también tiene
su espacio. Por supuesto, puede
que en algún punto estén más
avanzados en el sentido de tener
algo equivalente propio. Pero no
es algo que no hayamos debatido
internamente. También nos
preguntábamos si, de haber tenido
la posibilidad técnica de subir los
18.000 videos a un espacio propio,
se hubieran producido 1.700.000
descargas mensuales. Hay algo
que termina siendo una especie
de trampa. A mí, personalmente,
tampoco me gusta Facebook, y sin
embargo… Si yo armara algo con la
misma estructura informática de
Facebook, ¿sería Facebook? No.
ReHiMe: Es interesante lo que
decís, porque se invierte la
argumentación. Yo te preguntaba
por qué están en Youtube y vos
me estás dando los argumentos
por los cuales no dejar libre ese
espacio de Youtube teniendo la
opción.
Fernanda Ruiz: Exactamente.
Nos sorprendió la gente de
Google América Latina cuando
nos dijo el año pasado que Canal
7 era el principal proveedor de
contenidos audiovisuales de la
región. Claro, lo que quiere Google
es monetizar ese sitio. Dicen:
"ustedes acá tienen millones y
millones de personas haciendo
click, vendamos algo... una Coca-
Cola". Pero nos pasa también con
las empresas privadas que nos
brindan servicios de telefonía o
lo que fuere: nos quieren vender
un servicio de televisión en vivo
por Internet y me dicen "y vos
con esto, como servicio adicional,
podés cobrarle al usuario que
quiere ver tal programa en una
franja determinada…". Todo el
tiempo nos orientan a restringir para cobrar. Esta es una institución
que hoy está, como todo el Estado
argentino en general, en proceso
de reconstrucción. Y hoy este canal
está pudiendo decir esto: "no me
interesa cobrarle a la persona
que va a ver el partido de la Copa
América por TV Pública".
ReHiMe: Lo que ocurre es que hay
distintos modelos de concepción
de televisión pública. Por ejemplo,
no todos los canales públicos en
el mundo tienen la misma política
acerca de cómo conservar y cómo
volver accesibles los archivos.
Entonces la pregunta es si ustedes
tienen un modelo o cuál piensan
que es la mejor vía para hacerlo.
Mateo Gómez Ortega: En
Alemania, el canal público es una
red importantísima, es una red
regional y a su vez con un canal
federal. La situación de la derecha
imperante hoy en Alemania les
obliga a mantener los contenidos
en Internet por un máximo de
siete días: a los siete días tienen
que bajarlos. Esta "libertad" que
nos estamos tomando de tener
tantos videos y descargas en
línea, en algún momento genera
reacciones de la magnitud de las
que hoy vive nada menos que
la República Federal Alemana.
Porque además hay un debate
sobre el valor. Youtube no nos pide
una contraprestación por este
servicio, Facebook tampoco. Y sin
embargo, no hay ninguna duda de
que lo que estamos haciendo y lo
que hace Facebook genera valor.
ReHiMe: Más allá del caso que
decís de Alemania, nosotros
pensábamos: ¿es función de
un canal de televisión volver
accesibles sus materiales?
Porque una cosa es la política
de la BBC, que tiene un trabajo
de archivo sistemático para la
producción pero que también está
abierto para los investigadores.
Y otra cosa es Francia, donde el
sistema de radio y televisión de
la ORTF [Office de Radiodifussion
Télévision Française] pone al aire la
programación pero es la Inathèque
de France el lugar a donde van a
parar los archivos públicos. Y es
allí donde, si uno quiere, puede
acceder a mirar los archivos para la
investigación.
Mateo Gómez Ortega: Yo creo
que a partir de las redes digitales
eso va a cambiar. Y mi opinión
es que todo lo que salga al aire,
hay que ponerlo en circulación.
Porque además, si en el mundo
analógico el problema era el
envejecimiento de las cintas, hoy
en el mundo digital tenemos un
problema equivalente, que es el
famoso códec. El algoritmo que
hace que ese producto se haya
convertido en información, se
haya digitalizado. Y todavía más,
el algoritmo que después de
ese proceso lo comprime. Para
decirlo más simplemente: hay dos
transformaciones matemáticas.
La primera es la que lo transforma
en información, en descripción,
y como esa información es
demasiado grande, inmanejable
desde todo punto de vista, viene
la segunda transformación que
consiste en reducir el tamaño
de esa información. Son dos
operaciones de complejísima
matemática sobre el producto,
y el algoritmo elegido es uno;
no quiere decir eso que en 10
años ese algoritmo siga estando
vigente, siga siendo posible volver
a recuperar el audio y video.
Maximiliano Tocco: Para pensarlo
de una manera más simplificada,
piensen que así como había antes
cassettes, vinilos o, yendo al
mundo del broadcast profesional,
un Beta o un U-matic... Se vuelve
tan museológico el tape y su
contenido como el equipo que
lo reproduce. Lo que Matías
está diciendo es que ahora hay un software que es un
descodificador lógico (códec es
codificación-descodificación)
y la descodificación es como si
fuera esa U-matic. Y lo tenés que
preservar porque si no, mañana
no podés acceder al material.
Retomando la pregunta sobre los
modelos -no sé si es soberbia o nopero
creo que nosotros tenemos
los elementos conceptuales,
teóricos y el conocimiento práctico
como para poder hacer escuela
nosotros mismos. Y no quiero que
suene soberbio pero con respecto
al INA [Inathèque de France],
al modelo de la BBC, al modelo
de Brasil, del resto de la región,
de los yanquis... donde quieras,
nosotros estamos trabajando con
una profundidad en el estudio de
los códecs para elegir un formato
de preservación digital –que ya
lo tenemos elegido- para que nos
habilite estas pautas: en veinte
años quiero seguir teniendo la
posibilidad de descodificar esto.
Entonces, ¿hasta dónde tiene que
estar publicado ese códec para
que yo pueda generar mi propio
descodificador, en qué formato
físico voy a almacenar? Eso nos
lleva a muchas luchas. Porque a
veces querer hacer algo que sea
lo más abierto y libre de acceso
te lleva a estar en contra de los
estándares de la industria en
equipamiento e infraestructura.
Tenemos esta tensión: no
podemos desarrollar el códec en
comunidad, y correr el riesgo de no
contar con el soporte porque las
grandes marcas de broadcast son
las que hacen que hoy en día la
gente prenda la tele y lo vea. Aún
así creo que estamos manejando
bastante bien esa doble tensión,
porque nos estamos tomando el
trabajo de investigar cosas que no
son comunes que uno investigue:
nos ponemos a investigar el
códec. ¿Qué empresas del mundo
del broadcast o qué organismos
llevan la documentación? ¿Qué
marcas nos quieren ofrecer
eso? Incluso en las discusiones
con la gente del INA que vos
nombraste: han venido, hemos
charlado y ellos tienen cierta
postura de "vamos a evangelizar
al aborigen", vamos a mostrarle
cómo tienen que hacer las cosas
como si nosotros no tuviéramos
la capacidad de analizarlo. Porque pasa algo curioso: el recurso
audiovisual que se necesita tener
disponible en una estructura de
broadcast, que en nuestro caso es
digitalizar el archivo histórico, ha
empujado a una modernización
de toda la estructura. Nos obliga
a tener que elegir y pensar y
les ha pasado a otros países de
Latinoamérica decir "bueno, tengo
que comprar la última tecnología
de broadcast, de MAM (Media
Ace Management) que son los
que nos llevan a digitalizar todo
realmente. Y muchos países toman
la decisión luego de ver qué hacen
los yanquis". Nosotros nos estamos
tomando un tiempo para comparar
toda la infraestructura. Por lo
tanto, ponemos un poquito de
trabas cuando viene gente del INA
y nos dice cómo se hace. Creo que
no lo estamos haciendo mal para
el presupuesto que tenemos, que
hoy en día es mucho más de lo que
se tuvo nunca. Éste es el primer
tránsfer que hay en una institución
pública en Argentina. Siempre
lo tenían Cinecolor, Metrovisión,
empresas de postproducción
privadas pero comprarlo para 6000
horas de archivo fílmico, es un
logro muy importante.
ReHiMe: ¿Qué políticas tienen
para el telecinado?¿Con qué
prioridades se manejan?
Maximiliano Tocco: Elaboramos
una matriz pensada para elegir
qué vamos a hacer primero y
qué después. Como señalaba Fernanda, los productores no
pueden imaginar otro mundo
que no sea el del dinero y nos
plantearon que había que
seleccionar lo que tiene más valor.
Y no, nosotros vamos a digitalizar
todo. Porque yo no puedo decidir,
por el paradigma de hoy, que
algo es más importante o nada
importante. Es como si alguien
hubiera tirado todos los folletines
porque eran un producto cultural
bajo. Tenemos algo que nos va a
acuciar que es el deterioro físico
del soporte. El deterioro a veces
no es cronológico: el fílmico, la
cinta audiovisual magnética de
1972, el cuádruplex, o la de 1979
que puede ser un VTR y distintas
marcas que por ahí una salió peor
que otra, el U-matic, que es un
formato de los '80 anda mucho
peor, se está descomponiendo,
tiene compromisos mecánicos
peores que uno de diez años
antes. Entonces nosotros
primero vamos en orden
cronológico, comenzando por un
fílmico de 70 años que se está
deteriorando, con compromisos
de reproducción. Después, a
eso le cruzamos este tema de
las variables de las marcas, las
partidas. Después también vamos
a las necesidades operativas que
pueda tener el canal y también
a determinada política que se
decidió en conjunto con Tristán
[Bauer]. Canal 7 siempre fue
el dueño, el enunciador que
transmitía el discurso del poder
ejecutivo. Entonces tenemos las
cadenas nacionales. La cadena
nacional es algo que tenemos
que poner en disponibilidad.
Nosotros lo tomamos como
un ejercicio, de ciudadanía, de
memoria ciudadana. De manera
que, por un lado, priorizamos la
conservación química y por otro
lado, consideramos algo que tiene
que ver con el contrato de lectura
del canal, con lo que se espera
–o nosotros pensamos que se
espera- de una mirada histórica.
Y después tratamos de seguir
con absolutamente todo: cadena
nacional, más lo que se rompe y
después absolutamente todo.
Fernanda Ruiz: Para nosotros
es una responsabilidad política
de este canal. Ojalá que todas
las gestiones que sigan asuman con la misma responsabilidad la
democratización de los archivos
históricos. Estamos tratando
de construir una impronta muy
fuerte en cuanto a las cadenas
nacionales. Hicimos un primer
video de un tema que fue el de
las políticas económicas y el rol
del Estado. Aparecen presidentes
–desde Perón hasta Cristinahablando
del rol del Estado en las
políticas económicas. Pero con
respecto a la democratización
de los archivos históricos, y
especialmente de las cadenas
nacionales (de las cuales ya hay
500 horas digitalizadas y tenemos
mil cintas por digitalizar en un
proyecto de acá a un año), es muy
importante para nosotros que esos
archivos estén a disposición tal
cual están -qué dijo exactamente
Martínez de Hoz- y que se puedan
hacer todas las ediciones que se
le ocurra a la Televisión Pública,
a una Universidad y a todos. Pero
que ese discurso, lo que dijo ese
hombre en ese momento, quede
tal cual y confiar en que hay una
ciudadanía con un conocimiento
suficiente de lo que significa ser
argentino para leer ese material
por sí mismo. No tener que
construir mediaciones y explicar
la historia, sino que interpelamos
a una ciudadanía que sabe, que
entiende y que lo vivió. Mostramos
este video en la Feria Del Libro
y se juntaron alrededor de
doscientas personas en el stand
y la gente empieza a opinar con
todo un conocimiento teórico y
experiencial de lo que fue vivir
esas épocas con esos ministros de
economía.
ReHiMe: Y pensando los archivos
desde ese punto de vista, con
criterio de ciudadanía, de su valor
histórico, ¿ustedes cómo ven el
hecho de que los archivos sean
objeto de un tratamiento de Ley?
Tal como existe en otros países
o como hay con otros bienes
culturales (la obligación de que se
conserve en la Biblioteca Nacional
un ejemplar de cada libro editado).
¿Qué les parece la posibilidad de
que se conserve el archivo del
canal de esa manera?
Mateo Gómez Ortega: Habría
que formular esa pregunta pero
pensando cómo se formula eso
en el mundo digital. Inclusive el
concepto de catalogación porque
la catalogación tal como la vemos
hoy, donde uno toma la unidad y
llena campos, creo que hoy está
ampliamente superada. Porque
ese material puesto en circulación,
puesto en una red, usado de una
forma, usado de otra, con las
facilidades con que uno puede
copiar y pegar cinco minutos
de acá y allá y crear lo que uno
llamaría una obra derivada… ¿Pero
podemos hablar de obra derivada?
No hemos tenido los recursos
pero nos gustaría mucho empezar
a trazar la cartografía de lo que
el canal ha puesto en circulación.
Tenemos la hipótesis de que es
más importante esa cartografía de
las cosas puestas en circulación
que los campos que alguien pueda
haber imaginado para una pieza
audiovisual.
ReHiMe: De todas maneras
pensábamos en la cuestión de
conservar, incluso, el flujo de
lo que se emite por televisión
en este momento. Para los
investigadores es sumamente útil
acceder a lo que el público vio en
un momento determinado, como
salió exactamente al aire, con la
publicidad incluída.
Maximiliano Tocco: ¿Pero eso
ustedes se lo pedirían a Canal 7
solamente?
ReHiMe: No, a todos los canales.
Maximiliano Tocco: A mí me
habló la gente de la comisión de
patrimonio, pero no planteó una
cuestión clara de qué implicancias
tendría para nosotros que el
archivo de Canal 7 fuera declarado
patrimonio. Nosotros podemos
llegar a tener miedo de que
alguien diga "ahora se congela
eso y no se puede hacer obra
derivada". Es un riesgo porque
ocurren disparates de todo tipo
con la obra en general.
ReHiMe: En la discusión y redacción
de la ley de Medios, la cuestión
de los archivos no recibió un
lugar relevante. Y sin embargo,
hay experiencias de ese tipo:
países donde por ley se archiva
efectivamente lo que se emite por
televisión y proyectos como los de
la Unión Europea que, obviamente,
son costosísimos, gigantescos,
y que implican conservar
prácticamente todo lo que Europa
emite. Yo no sé si ustedes piensan que eso será viable e interesante.
Y si habría posibilidades de
plantearlo a nivel regional.
Mateo Gómez Ortega: Yo creo
que sí. Porque se podría estar
archivando esa señal televisiva
en muy distintas calidades,
y el degradé de calidad está
absolutamente emparentado con
el costo económico. Entonces me
parece que hoy están dadas las
condiciones para plantear una
cosa así. Si hoy fuera impensable
guardar una cierta calidad, sí se
puede guardar otra. Y en la medida
en que el avance tecnológico
te permita ir guardándolo en
otra –cosa que es perfectamente
previsible porque el costo por hora
de guarda digital viene bajando
sustantivamente de precio- es algo
que excede a un canal y debiera
ser una política general de todos
los canales.
Fernanda Ruiz: A mí me parece
que en general las leyes, como
la Ley de Medios o la Ley de
Medicamentos (se ha volteado
a un gobierno democrático por
intentar hacer una ley como
ésta), hacen al fortalecimiento
y crecimiento institucional.
Entonces, no solamente estaría
de acuerdo en generar una
ley respecto de esto, sino que,
indudablemente, es el momento
político de plantar ciertos mojones
sobre cuestiones de tanta
relevancia en el país. Además,
hay un contexto regional muy
propicio para esto: los medios
públicos de la región estamos
entramando nuestro trabajo. Hay
un movimiento que trasciende lo
que pasa en la Argentina y que se
va potenciando mutuamente. La
Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual está siendo un
hervidero en los países que
todavía no la tienen y en otros,
como Ecuador, la están tomando
como modelo fundamental.
También en Bolivia. Brasil no
está pudiendo porque no está
pudiendo con la pulseada con
los medios concentrados. Pero si
esto mismo lo pudiéramos hacer
aprovechando este momento
político tan fuerte en cuanto
a políticas de la memoria...
generales, no sólo con respecto a
televisión...
ReHiMe: ¿Ustedes tienen
contactos, redes con otros canales
de la región? ¿En quiénes estás
pensando?
Fernanda Ruiz: En este momento
existe un proyecto incipiente
que abarca a las radios públicas
nacionales de América del Sur.
Hay nueve países trabajando en
conjunto con sus radios nacionales,
salvo Chile, que no tiene radio
nacional (la privatización en
Chile se da en muchos aspectos),
pero se va a incluir con una radio
universitaria, porque la política de
la UNASUR tiene como objetivo
integrar, por encima de todas
las cosas, también a Chile. Y se
está trabajando también en la
construcción de un portal de
Internet donde converge el trabajo
de estas nueve radios públicas
nacionales y el tema del archivo
histórico de esas radios públicas
nacionales es un tema crucial del
proyecto. A la vez, en otros países
–no en todos, pero por ejemplo
en Brasil, Venezuela, la radio
pública que ya está involucrada
tiene un canal público hermano
como Radio Nacional tiene Canal
7. Hubo un intento de hacer
esto con las agencias de noticias,
con las hermanas de Telam,
pero eso quedó sin concretarse.
Hubo también encuentros de
televisiones públicas de América
del Sur.
ReHiMe: ¿ Y cómo están pensando
concretamente el valor del archivo
para construir historia?
Javier Trímboli: Vale la pena
aclarar que conozco mucho lo que
hacen ellos [los integrantes del
Área de Tecnología y Sistemas],
pero cuando nosotros hicimos
Huellas de un siglo durante el año
2009, la situación era bastante
distinta. De hecho, son veinticinco
capítulos que se hicieron sin
acceder al archivo del noticiero. No
pudimos acceder a nada. Lo que
ustedes [los integrantes del Área
de Tecnología y Sistemas] están
contando es maravilloso, porque
demuestra por un lado el grado de
inversión que ustedes ya tienen
en el asunto y el dominio que es
tanto técnico como político. En
el caso nuestro, nosotros hicimos
toda esa serie sin poder usar nada
del noticiero. Usamos solamente
una pieza de envasados del canal
porque no teníamos permiso para
acceder. Evidentemente habla de
un momento de débil soberanía
política sobre el archivo. Entonces
ahí tuvimos una falencia que
intentamos solucionar apelando a
cantidad de cosas. Para hacer un
trabajo sobre Corrientes en 1999,
que para mí es excelente, fuimos
a Corrientes a buscar videos
caseros, VHS de maestros que
habían grabado la Plaza Dignidad
o el corte del puente y bueno…
salió feo. Nos gusta eso, que sea
tan feo que embecellece. Esa fue
una experiencia. Y ahora estamos
embarcados en un proyecto que
es sobre el siglo XIX, la Guerra del
Paraguay, que nos coloca en otro
registro. No obstante, hay otros
nuevos proyectos que harían uso
del archivo, así que es maravilloso.
De todas formas hay algo que
a mí me parece interesante y
es cierta desprotección de los
archivos también por el lado de
los historiadores. Nos pasó con un
episodio en particular, y que nos
interesa mucho contar, porque nos
trajo muchos problemas. "El malón
de la Paz" es un capítulo donde
bajan Kollas desde Humahuaca hasta
Buenos Aires en 1946.
Hicimos ese capítulo y dijimos "bueno, a ver qué sabemos". Es
un episodio que tuvo muchísima
prensa, durante dos meses estuvo
en todos los titulares y también fue
muy filmado. Marcelo Valco, que es
un investigador de la Universidad
de las Madres de Plaza de Mayo,
nos pasa el dato de que en el
Museo del Cine hay diez segundos
del programa de [Juan José] Soiza
Reilly, de Odol, que lo filman en
San Antonio de Areco cuando se
juntan con mapuches. Buscamos
de todo, pusimos a trabajar a todo
el mundo y lo encontramos. Esos
diez segundos están, el resto es
foto pero conseguimos eso. Ahora,
¿a qué me refiero cuando digo "el
abandono de los historiadores"?
Nadie habla de ese tema. Martínez
Estrada, por quien tengo un gran
respeto, se hubiera podido hacer un
banquete con esto, aparte de que
era un antiperonista furioso. Y no lo
menciona. Ni José Luis ni Luis Alberto
Romero. Ya nadie habla del tema
del Malón de La Paz, está ignorado.
¿Qué estoy queriendo decir? Hay
un cierto culto por las ideas en la
Argentina, que de tanto gusto por las
ideas se saca de encima los archivos.
Porque los archivos empiojan las
ideas. Cuando un historiador se
sumerge en un archivo, las ideas ya
no "cierran". Entonces, ocurre con el
archivo fílmico, pero también otros
archivos quedan relegados.
ReHiMe: Vos decís que ahí la
televisión no cumpliría un trabajo
solamente de divulgación sino
también de reescritura de algunos
temas a partir del uso de archivos no
revisados por los historiadores…
Javier Trímboli: Sí, para mí sí. Quizás
es algo muy bastardeado, algo
mucho más complejo, pero hay
algo del retorno de lo real que la
televisión puede hacer y muchas
veces, contra una tendencia en
nuestra cultura que es idealista.
A mí me encanta Sarmiento pero
esa frase de que "a los hombres los
degüellan, a las ideas no" impone
esta idea de que lo que importa
son las ideas, no las imágenes, no
los hombres. Porque ahí se pone a
prueba el materialismo. Hay algo
del archivo que es materialismo, que hoy se hermana con esto que
estoy escuchando de ustedes, que es
maravilloso por este nuevo momento
y por todo lo que puede producirse.
Así que a mí me gusta mucho.
Cuando hicimos, por ejemplo, lo de
las pobladas de Cutralcó y Mosconi,
no tuvimos nada del canal. Al mismo
tiempo sí teníamos el trabajo hecho
por Maristella Svampa y otros muy
interesantes...
ReHiMe: ¿Con la Guerra del
Paraguay pasaba algo parecido,
que no había relato construido?
Javier Trímboli: No, con la Guerra
del Paraguay pasa otra cosa…
Bueno, tiene algo que ver porque
en términos historiográficos, en
la Argentina es un tema que no se
revisa. Lo último que se escribió lo
escribió León Pomer en 1970.
ReHiMe: No, [Miguel Ángel]
Demarco escribió hace poco.
Javier Trímboli: Bueno, Demarco.
Que es interesante, porque él
es de la Academia Nacional de
Historia, que escribe la biografía
hagiográfica de Mitre, escribe
sobre la Guerra de Paraguay y ojo,
tiene algunos datos que son muy
buenos y que nos sirvieron. Ahora,
como relato, como narración…
no. Entonces, en este caso el
problema del archivo es otro, pero
igual tenemos esa falta. En fílmico,
lo último que se hizo sobre la
Guerra del Paraguay es la película
Argentino hasta la muerte, de
Rimoldi Fraga (que es imposible de
ver) en los años '70.
ReHiMe: La pregunta iba también
a pensarlo desde otro punto de
vista: no sólo pensar el archivo para
construir algo que se muestre por
la televisión sino, desde el punto de
vista del historiador, ¿hasta dónde
los archivos de televisión pueden
llegar a servir como fuente? En ese
sentido estoy pensando muchas
cuestiones de las políticas de
archivo del presente porque hay una
carencia muy grande por parte de
los historiadores para trabajar con
fuentes no habituales.
Javier Trímboli: Totalmente. Por
ejemplo, vi el trabajo de Claudia
Feld sobre la emisión del programa
"Nunca más" y a mí me parece
buenísimo como trabajo que se
apoya en un archivo e incluso
podría ir mucho más allá, porque
alrededor de ese programa habla
la cultura nuestra de una forma
increíble. Con la cantidad de
materiales que tenemos de ese
tenor, de esa densidad, se puede
avanzar historiográficamente.
ReHiMe: ¿Y vos creés que todas
estas cosas que están pasando con
el tema de la imagen y la historia van
a abrir... no sé si una mirada nueva
de la historia, pero sí que algunos
documentos que antes se pensaban
como documentos parias, que no
tenían ninguna validez por ser reflejo
de la realidad, cobren efectivamente
sentido?
Javier Trímboli: Concuerdo. Me
parece que hay ahí una posibilidad
notable. Evidentemente son
cosas que se retroalimentan.
Probablemente nuestra
historiografía, tanto la revisionista
como la académica, liberal, haya
tenido este sesgo idealista por
esta tendencia a despreciar la
materialidad de nuestros archivos.
Entonces ahí se puede alimentar
algo distinto que me parece que
es de lo más interesante. Por
ejemplo, la película que el Museo
del Cine puso en circulación
nuevamente: El último malón,
de Alcides Greca, es una película
genial. Una película absolutamente
abandonada, y a partir de una
serie de trabajos el Museo del Cine
logra colocarla nuevamente en
circulación, todavía limitada pero
ya está colgada, ya está dando
vueltas y empieza a producir cosas.
ReHiMe: ¿Cuál es la política de
acceso al archivo? Es decir, la
política del último año y medio
me queda clara. ¿Pero en cuanto
al material anterior? Sobre todo
aquellos cuyos derechos no
admiten que sean subidos a la
página de Youtube o Canal 7. ¿Sólo
están pensando en el público como
destinatario o existe la posibilidad
de pensar el acceso al archivo
abriendo otros canales que tomen
en cuenta a los investigadores?
Mateo Gómez Ortega: No sé si voy
a contestar directamente, pero
se me ocurrió algo a partir de lo
que decía Javier cuando quiso ir
al noticiero a pedir el material en
2009. Más allá de toda mirada
oscura, hay un discurso que es
el primero que aparece cuando
uno va al noticiero y pide el
material que es "Nosotros hemos
custodiado el material y gracias a
eso es que hoy está. -Sí, pero ¿me
lo prestás? -No, no te lo presto".
Lo primero que estamos tratando
de revertir ahí no es la palabra
"custodiar", sino que entiendan
que hoy, en el paradigma del
mundo digital, "custodiar" es que
circule, no que esté guardado.
Porque en el concepto analógico,
donde ésa es LA copia y por lo
tanto si esa copia la tengo yo, no
la tenés vos y si te la presto no
sé si va a volver. Eso en el mundo
digital cambió, y entonces cuidar
el material quiere decir ponerlo
en circulación. Tal vez Metrópolis
puede ser un ejemplo. Gracias a
que circuló esa película, aún en el
paradigma analógico de entonces,
es que tenemos esa copia en
la actualidad. Eso llevado al
paradigma digital, con más razón.
Lo que es importante y sería mi
pedido a los académicos, es que
si se genera aquel Instituto que
guarde las horas de la televisión,
sea a condición de ver con qué
condiciones circula eso, porque
de nada nos sirve que otra vez
esté ahí guardado. De hecho hay
una iniciativa del gobierno que se
llama BACUA (Banco Audiovisual
de Contenidos Universales
Argentino). Es decir, hoy hay toda
una promoción para la producción audiovisual, aún cuando no está
asegurado que haya una señal de
televisión que la pueda incluir.
Lo que le pasó a la industria
editorial: antes las cosas escritas
tenían que pasar por el embudo
que era la editorial. A partir de
Internet, todo el mundo puede
subir lo quiere. Bueno, la televisión
es un poco así: hay millones de
horas de producción audiovisual
y sólo unas pocas pasan los filtros
necesarios para estar en esa
tiránica cantidad de tiempo que
tiene un canal de televisión. Pero
desde el punto de vista del interés
histórico y demás, hay miles de
obras que se están produciendo
que no llegan a ningún canal, no
se llegan a poner al aire. BACUA es una iniciativa para poner en
marcha a productoras de todo el
país. Se ha generado un sistema de
nodos y de polos -la RENAU [Red
Nacional Audiovisual Universitaria]
y otras iniciativas de ese tipo- cuyo
objetivo es promover producciones
locales en todo el país, y que eso
vaya a parar a BACUA y, a partir
de ahí, esté disponible para las
señales de televisión actuales y
futuras.
ReHiMe: Es que hay algunas
necesidades que se nos presentan
desde la investigación sobre
medios audiovisuales que no son
las mismas que tiene alguien a
quien le interesa ver un programa
de televisión. Por ejemplo, lo que
yo mencionaba antes respecto
de poder conocer el flujo de
televisión, que no es indispensable
para todo tipo de investigación
sobre medios pero sí lo es para
algunas. Para nosotros recortar
las publicidades es como si uno
fuera a una revista o un diario y
se encontrara todas las páginas
cortadas, cuando sabemos que,
teniendo una noticia, ver qué
publicidad tiene al lado, dice
muchísimo. Es fácil reconocerlo
y en muchos programas de
televisión actuales resulta
obvio. Entonces, no contar
con esa información a veces,
para nosotros, es un problema
importante. Lo que vemos es que
en esa política de accesibilidad
para la audiencia hay una parte
de la cuestión que para nosotros
sigue siendo insuficiente.
Mateo Gómez Ortega: Yo les
pregunto: ¿para ese objetivo, a
ustedes les hace falta lo que en
nuestra jerga llamamos "calidad
broadcast"?
ReHiMe: No.
Mateo Gómez Ortega: Bueno, eso
hoy sería perfectamente posible
técnica y económicamente.
Maximiliano Tocco: A partir de la
Ley de Medios se obliga a los canales
a llevar un registro de la emisión
completa. Todos los canales tienen
su área de tele-control que graba
todo el aire, con graph y todo pero
lo va borrando a los ocho meses o
al año. Tiene una función más que
nada de auditoría legal, de pauta
publicitaria. A los jefes de archivo les
llegan pedidos de distintos juzgados
porque necesitan una nota que salió
en tal momento de un accidente
automovilístico, y eso a veces se
busca en archivo y otras veces en
tele-control. Pero el tele-control
muere en ocho meses. Existe una
cantidad suficiente de casettes VHS de tres horas cada uno para grabar
la programación completa durante
ocho meses. La Ley de Medios
obliga a conservar la grabación, que
se archive para siempre, pero no
en calidad broadcast. Entonces, el
archivo real es en calidad broadcast
porque no se puede grabar de
cualquier manera si se quiere
después trabajar con eso en una
isla de edición. Si está todo en DVD
después es un problema para una
isla de edición profesional. Para
tele-control hay nuevos sistemas
que graban algo comprimido, que
es perfecto para el uso que ustedes
requieren y mucho más complicado
para generar después productos.
Por eso nosotros tenemos el plan de
comprar el sistema que graba todo.
Inclusive en un futuro se les puede
dar un código de usuario (digo en un
futuro porque es más complicado)
y ustedes podrían ver toda la
transmisión del canal hacia atrás
desde la web. De hecho va a estar
en breve internamente, acá en el
canal, por la intranet y se va a poder
visualizar. No va a haber ningún
problema porque hay que hacerlo, lo
exige la ley. O sea que quedaría todo
por un lado y los crudos (como el
archivo broadcast) por otro.
Fernanda Ruiz: Habría que definir
las necesidades y en función de
eso ver qué posibilidades habría de
estructurar un puesto de visionado
para investigadores. Primero, esto
del flujo no lo había pensado.
Y lo entiendo perfectamente
desde la comunicación. Lo que
es imposible es recuperar los
archivos del pasado porque no
están en ningún lado, así como los primeros diez años de la televisión
argentina en los que estaba sólo
Canal 7. Eso no está en ningún
lado, con la excepción de algunos
fílmicos de notas de noticiero
que se iban a hacer a exteriores.
Pero bueno, probablemente
sería muy interesante poder
estructurar, definir las necesidades
y estructurar una solución. Quizás
con un puesto de visualización
podría solucionarse.
Maximiliano Tocco: El sistema que
se va a implementar implica una
visualización no peligrosa para el
soporte. Si uno va ahora a pedirle
un cassette al jefe de control sería
una negligencia de su parte porque
tiene una responsabilidad legal
si el juez se lo pide. De hecho los
archivos reciben allanamientos con
policía.
ReHiMe: ¿Y todo el archivo
histórico, esto que ustedes están
transfiriendo ahora en telecine,
podría eventualmente visualizarse
en un puesto de este tipo?
Fernanda Ruiz: Bueno... es
un poquito más difícil. Está
bueno igual pensarlo. Es una
construcción en el interior del
Estado. Como pasa en el interior
de la UBA en algunos aspectos. La
transformación y la batalla cultural
también se dan en el interior del
Estado. No hay una política cultural
homogénea, es una batalla que
se da. Y la complejidad de estas
instituciones hace que no se trate
muchas veces de la orden de
alguien.
Javier Trímboli: Intentando
pensar de la mejor manera esa
resistencia... En el año 2009 se
entiende que hubiera una inmensa
desconfianza hacia nosotros que
éramos los recién llegados, los
que tocan y se van (la UBA, los
estudiantes, los intelectuales).
Pero hay cierta racionalidad en
eso, el problema es cómo se vence.
El tema es cómo convencerlos.
Maximiliano Tocco: Mostrar el
sistema de trabajo, de gestión,
el trabajar juntos, mostrar el
interés real que hay. ¿Cuántos
habrán venido también a saquear?
Realmente.
Fernanda Ruiz: La desconfianza se
debe a razones históricas reales,
no es que surge del imaginario…
El otro día queríamos buscar algo
y faltaba en todos los formatos.
Nos fijamos en cuádruplex, en
la lista… faltaba ese mes. Hubo
un momento en que se llevaban
cosas y no se hacían copias, se
llevaban entero algo y no quedaba
para nadie.
Maximiliano Tocco: Pensando una
evolución de la televisión como
dispositivo te encontrás con que
ahora lo digital ya puede romper
con eso: vos lo podés prestar
porque la copia es sencilla y
económica, es inmediata. Pero es
un cambio y cuando lo entienden,
se empieza a escuchar: "ahora ya
no importa quién tiene el Beta,
te lo copian en un minuto". Eso empezó a circular, lo escucho.
"Ellos" o "el otro" van a lucrar con
eso que es del canal.
Fernanda Ruiz: Creo que tampoco
hay que ser idealista respecto de
cómo ir venciendo estas fronteras.
Lo importante es que a fuerza
de trabajo vamos logrando que
algunas personas entiendan que
no estamos acá para dilapidar
ninguna institución, sino que
estamos trabajando. Eso es un
proceso. Tristán [Bauer] llegó
con Mateo en 2008, algunos de
nosotros el año pasado. Y esto,
lentamente, se va convirtiendo en
algo que se comienza a entramar
en red con alguna gente más
permeable que otra. Y siempre
está el intersubjetivo, no hay
fronteras por áreas, siempre
estamos las personas.
ReHiMe: Nuestra percepción
es que a veces no se entiende
que el tipo de uso que nosotros
pretendemos darle al archivo
audiovisual es muy distinto al
que le da un productor. Por eso la
calidad no nos importa, porque
no es que nosotros vamos a
producir nuevo material. Para
nosotros el archivo de televisión
es algo que nos dice un montón de
cosas que no vamos a encontrar
en otro lugar y que nos interesa
como material en sí. Hay algo de
esa lógica de "presto–no presto"
que para nosotros ni siquiera
tiene sentido. Con venir y verlo
es suficiente. Obviamente, es
más cómodo verlo en muchos
lugares, pero hay una parte de
la cuestión que se solucionaría.
Así como uno tiene que ir a ver
ciertas cosas a archivos en papel,
uno podría ver sin necesidad de
tener copia de algunas cosas.
Pero hay un problema, que tiene
que ver con representaciones
que vienen de lejos, y es el de
creer que los archivos son para
realizadores, se piensa que los
archivos audiovisuales son para
gente que después va a hacer
otras realizaciones con material de
archivo.
Maximiliano Tocco: Bueno,
acá es al revés, alguien viene y
dice "yo soy realizador, quiero
este material" no hay forma de
conseguirlo pero si alguien dice
"vengo a verlo para anotar en
este cuaderno"… está mucho más
legitimado desde el mundo de la
educación.
ReHiMe: Igual, nosotros nunca
lo logramos. Nunca pudimos
acceder al archivo del canal.
Además es importante subrayar
que pertenecemos a la UBA,
una institución pública. Por otra
parte el resultado del trabajo
de investigación, ya se trate
de una universidad pública o
privada es de interés público.
Cuando uno publica un artículo,
un libro, eso empieza a circular
y tiene apropiaciones que salen
del control de quien lo escribió.
Y quizás esto es lo que no está
instalado.
Fernanda Ruiz: Nosotros lo
entendemos. Creo que lo que
hay que hacer es estructurar un
trabajo colectivo por las vías por
las que hoy sí podemos circular
nosotros. Y a partir de ahí ir
madurando un vínculo que luego
pueda generar concretamente
los espacios que hace falta
tener. Ni nosotros tenemos que
convencerlos a ustedes ni al
revés tampoco. Me parece que
sería importante empezar con los
espacios que están habilitados hoy
–el archivo de envasado, generar
un convenio, empezar a trabajar.
Y así como nosotros decimos
que, al interior de la institución,
estamos empezando a trabajar, si
codo a codo, en el momento ves
que al otro le importa, está acá
hoy, mañana, pasado…entonces
no es el enemigo. Y eso también
va a permitir que se puedan
abrir fronteras que para nosotros
son importantes en la batalla
interna de la institución, que la
Universidad, y además la UBA y el
Instituto sean parte de esto. Hoy
no tenemos la solución, pero creo
que tenemos algo muy poderoso
para construirla.
Las fotos que acompañan este diálogo son gentileza del archivo de la
Tv Pública salvo las especificadas.
Desgrabación del diálogo: Santiago Alabarces Varela