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:: Diálogo | Televisión: 60 años de historia sin archivos 
 
 
 

  El 17 de octubre se cumplen 60 años de la primera transmisión pública de televisión en la Argentina. Desde un presente digital, de transformaciones técnicas aceleradas y políticas públicas sobre medios, nos parece pertinente preguntarnos por el lugar que ocupan en la actualidad los archivos históricos de la televisión argentina. A continuación reproducimos el diálogo que mantuvimos con integrantes del Área de Tecnología y Sistemas de RTA (Radio y Televisión Argentina) que se ocupan de la digitalización de los archivos de la TV Pública  
 
 
 
 
 

  . Historia institucional
. Noticias y enlatados
. Archivos públicos de la TV Pública

. Audiencias y ciudadanía
. Modelos o experiencia sui generis
. Legislación sobre Archivos
. La narración histórica audiovisual

. Archivos para el público o para los investigadores
 
 

El encuentro tuvo lugar en el edificio de la TV Pública donde se hallan
los archivos de Canal 7 que conserva material fílmico del noticiero desde
la década de 1950, cuando la televisión se emitía íntegramente en vivo
y todavía no existía el videotape. El edificio inaugurado en 1978 por la
dictadura militar también conserva las marcas del saqueo y la destrucción
que forman parte de la historia argentina de los últimos sesenta años. La
charla fue en la sala de reuniones y comenzó con una broma sobre quién
de nosotros se iba a sentar en "el sillón de Sofovich", la constatación de que la historia lejana y cercana deja sus huellas en los edificios, los muebles y las imágenes de televisión, el producto más preciado de un canal.

En la charla estuvieron presentes Mateo Gómez Ortega, ingeniero
especializado en Información y coordinador de Tecnología y Sistemas
de RTA; Fernanda Ruiz, licenciada en Ciencias de la Comunicación,
realizadora audiovisual y coordinadora del área Web RTA; Maximiliano
Tocco, especialista en preservación digital y tecnologías de la
comunicación y responsable de Tecnología Audiovisual del área Web
TV Pública, Maida Diyarián socióloga y responsable editorial del área
Web TV Pública; María Victoria Ojeda, estudiante de Ciencias de la
Comunicación y productora de contenidos del área Web TV Pública
y el historiador Javier Trímboli, asesor histórico de la TV Pública con
los integrantes de ReHiMe, Mirta Varela, Ana Lía Rey, Fernando
Ramírez
Llorens, Máximo Eseverri, Florencia Luchetti y Paola Margulis.







Mateo Gómez Ortega comenzó explicando las funciones del área que él
coordina dentro de RTA que, si bien no tiene como objetivo principal la
conservación y acceso a los archivos del canal, está realizando al menos
tres tareas que tienen consecuencias directas sobre los archivos. En
primer lugar, la digitalización de aquellos que se encuentran en otros
soportes. En segundo lugar, la puesta online de una porción significativa
de los programas que se emiten en la actualidad y de fragmentos de
programas históricos. En tercer lugar, la realización de algunos proyectos
audiovisuales con la utilización de archivos: el ejemplo que eligieron
para mostrarnos fue la edición de políticas públicas sobre economía que
incluye discursos de presidentes y ministros de economía emitidos originalmente por cadena nacional.

La apuesta de los integrantes del área no deja lugar a dudas: sacar partido de la transformación tecnológica para poner en circulación los archivos de televisión. Sin embargo, se trata de un objetivo que excede las cuestiones técnicas y que genera infinidad de preguntas sobre las relaciones entre instituciones públicas y mercado, la actividad de las audiencias, el rol de la ciudadanía y los mecanismos más adecuados para llevar adelante esos objetivos, entre muchas otras. Mateo Gómez Ortega comenzó explicando que "estamos tratando de que en ese 'Radio y Televisión de Argentina', la 'y' no sea la 'y griega' sino la 'I' de 'Internet'. Por eso lanzamos un proyecto orientado hacia las redes digitales ya que pensamos en un esquema de convergencia necesario. En un momento donde la televisión está yendo hacia el mundo digital, se abren un abanico de situaciones nuevas en las que hay un encuentro entre lo que llamaríamos las redes de broadcast (las redes de radiodifusión, sistemas de radiodifusión, típicamente televisión y radio) con estos otros sistemas, otros medios, como es Internet y también ahora los celulares, los llamados celulares inteligentes. Estos pasan a ser un actor cada vez más importante, al punto que hoy se habla de un post-web o un post-pc".


 
 


 

ReHiMe: Y en este presente que vos describís, ¿qué lugar ocupan
los archivos, especialmente los archivos de televisión?

Mateo Gómez Ortega: Para nosotros, el espacio web es también la forma de darle una nueva dimensión a la participación de las audiencias que la televisión y la radio tienen restringidas por su misma condición de tipo
de medio. Especialmente la televisión; quizás la radio siempre tuvo una mayor cercanía con sus audiencias a través del sistema telefónico. Entonces, una primera cuestión de esta visión era plantear una nueva relación con la audiencia. La segunda cuestión es, justamente, el cambio que representa para la televisión la posibilidad de acumular y poner sus archivos a disposición, a voluntad, a demanda. Sus archivos pueden ser lo que acaba de salir al aire hace un minuto, hace una semana y, por qué no, toda su historia. Los medios digitales abren una nueva posibilidad
porque hay un cambio de estatuto del objeto. Al entrar en el mundo
digital pasa a ser algo disponible, deja de estar en el régimen de lo
escaso. Ya sea porque reproducirlo es simplemente hacer un copypaste,
ya sea porque para distribuirlo disponemos de todas las redes digitales para hacerlo circular. Realmente ahí se nos abrió un nuevo escenario, una
increíble posibilidad para, no sólo digitalizar archivos históricos, no sólo preservarlos, sino pensar cuáles podrían ser sus estrategias de difusión, de puesta en circulación, y que eso acompañe a este proyecto de convergencia digital, no sólo por lo futuro sino también haciendo presente esto.





ReHiMe:
¿Hay algún área de preservación de archivo en el canal?

Maximiliano Tocco: Es el Área de Digitalización. Todavía estamos luchando por una estructura que la incluya pero básicamente es un plan programático de digitalización y de preservación digital.

Mateo Gómez Ortega: Esto tenemos que reconocerlo arrancó con la gestión de [Rosario] Lufrano y Gustavo López cuando se conformó un grupo de asesores y expertos que estudiaron la problemática y fueron desarrollando una serie de documentos que, de a poco, se están poniendo en práctica. Hemos logrado hacer dentro de este edificio el espacio para la guarda del material histórico, los masters históricos en los distintos tipos de soporte desde el fílmico hasta el último blue-ray. Disponer del espacio físico para la preservación en condiciones de humedad, temperatura, con carros móviles, debidamente catalogados.





ReHiMe:
Sí, porque en realidad cuando decías lo de Área de Digitalización, pareciera que eso no es, necesariamente, preservación.

Maximiliano Tocco: Si nos referimos a lo que es guardar el material, hablamos de "conservación" del soporte físico. Cuando hablamos de
"preservación" digital del contenido del soporte físico, es otra cosa. Hacemos las dos cosas, conservación y preservación. Necesitamos la conservación porque el tiempo arruina los soportes físicos antes de poder transferirlos a un formato digital. Después está la otra discusión de si el formato digital reemplaza o no el soporte analógico. Nosotros guardamos todo. Pero el analógico se deteriora y el digital no, entonces tenemos todo un plan armado –esto viene funcionando desde hace un año y medio o dos- para ir digitalizando. Este año se terminó esa bóveda de conservación de los soportes audiovisuales.

Mateo Gómez Ortega: Una cosa no menor es que se incorporó hace poco el dispositivo necesario para digitalizar toda la parte fílmica: un telecine con lo necesario para armar toda la cadena de producción, desde ese fílmico hasta un material audiovisual de alta definición debidamente catalogado.

Fernanda Ruiz: Quizás hay cosas que nosotros tenemos naturalizadas que por ahí está bueno definir. Mateo siempre habla de cuál es la política
institucional respecto de los archivos históricos definiendo tres ejes. Por un lado la conservación y por otro lado, la preservación digital. Y una tercera vía es la democratización de esos archivos históricos, lo cual supone una política muy compleja de llevar adelante, porque conviven una cantidad de idearios respecto de la propiedad de esos archivos. Eso ocurre en todas las instituciones y también, por supuesto, en ésta.
Esta institución ha sido devastada por las sucesivas gestiones. En el archivo histórico de Canal 7 hay piezas que han sido robadas, deterioradas, quemadas. En la dictadura hay historias realmente dramáticas acerca de cómo quedaban a la intemperie o cuando se mudó el edificio de Canal 7 acá en el año '78 hubo quienes dijeron "¿Con esto qué hacemos?". "Eso tírenlo". Tírenlo implicó que hubo gente que lo agarró y después lo trajo, o lo agarró y no lo trajo nunca. Lo que pasó con este país en términos de devastación también ocurrió con el archivo de este canal en 60 años de historia que está cumpliendo.

 
 
 
    Historia institucional
 

ReHiMe: ¿Existe o tienen previsto hacer una historia institucional del canal?

María Victoria Ojeda: Para conmemorar los 60 años está en marcha un proyecto donde participan muchas áreas del canal. Pero vamos a ver qué resulta porque se necesitan muchos materiales que aún no están digitalizados. Es un trabajo que va lento pero sí, está pensado.

ReHiMe: Hay una cantidad de información sobre el canal a la que es muy difícil acceder si alguien quiere investigar. Por ejemplo, más allá de los programas, nos preguntamos dónde se pueden consultar documentos, materiales escritos. Ni siquiera sabemos qué hay.

Maximiliano Tocco: No hay. Justamente yo me encontré con el problema de tener que saber de los derechos de los programas. Fui a ver dónde está el archivo legal. Parece ser que detrás de esa pared (señala una pared de la sala) hay algo que está ahí desde el 2000 hasta ahora. Sobre los otros 49 años, no hay nada.





ReHiMe: Eso implica hacer un doble trabajo: una genealogía de lo que hay escrito y lo que hay en imágenes.

Fernanda Ruiz: Este tema que abría recién Maximiliano Tocco de los derechos, es muy complejo. Hay campos que son muy fáciles de definir. Por ejemplo, lo que son noticias, por la propia ley Noble de Propiedad Intelectual, del "estimado" Roberto Noble. A principios de siglo [1933] saca la ley de que todo lo que es noticia es de dominio público. Por ende, todo lo que hicieron los noticieros de Canal 7 en estos 60 años es de dominio público. Y la posibilidad de digitalizarlo y difundirlo no tiene restricción a los derechos de propiedad intelectual. Pero una ficción, en cambio, tiene una superposición de derechos de propiedad intelectual de infinidad de actores. Entonces eso implica ir a "Legales" a ver qué decía el contrato del teleteatro Rosa de Lejos, por ejemplo.

Maximiliano Tocco: Si era una coproducción o no. Entonces podemos o no podemos subir eso a la web.

ReHiMe: Bueno, todavía no circulan los libretos de Chispazos de Tradición [el radioteatro de José Andrés González Pulido emitido durante la década de 1930]. Sabemos que existen y sin embargo no circulan porque están en la familia.

Maximiliano Tocco: Va más allá de la cuestión de propiedad intelectual. Sobre una pieza audiovisual hay un montón de derechos superpuestos. Entonces si lo emitís seguís teniendo que pagar cánones a SADAIC, Asociación Argentina de Actores, etc.


 
 
 
    Noticias y enlatados
 
ReHiMe: ¿Y con las cosas que se están emitiendo en este momento, cuál es el criterio para decidir qué es lo que se guarda, qué es lo que se sube a la web?

Maximiliano Tocco:
Este canal tiene dos grandes áreas, como casi todos: lo que es noticias y lo que es "artístico". Cada una tiene criterios de trabajo distintos para generar archivo. Algunos usan un criterio más amplio porque un archivo hoy significa materia prima para cosas que se producen. De hecho, con el archivo se hacen casi el 60, 70% de los contenidos que uno ve en la televisión todo el día. A veces con un archivo que es de hace un mes: eso también es archivo. Cada canal lo clasifica como archivo de actualidad, histórico, internacional, etc. El archivo de envasados, por ejemplo, va guardando todos los programas. No guarda la publicidad, en cambio. Sólo si existe un pedido de un productor se guardan los bloques completos. Lo mismo sucede con el noticiero, pero con otras particularidades. El noticiero tiene crudos (crudos de cámara, de las agencias internacionales, de los móviles, de los puntos fijos coaxiles). Pero en ese caso existen móviles del canal y también de agencias internacionales. ¿Qué decido guardar? En esa decisión se evalúa si Reuters o Associated Press lo van a tener después. Pero de la producción del canal en crudo (más allá de lo que se edita y emite) se guarda según criterios periodísticos de cada canal. Acá, generalmente, se guardan bastantes crudos pero a veces por desperfectos técnicos, se pierde algo. Sin embargo, en general, hay una política de guardar todo lo emitido sin [video]graph; se guarda siempre sin graph porque es algo que vuelve perecedero ese contenido audiovisual. No hablo de la hora, el archivo se hace sin la hora.



ReHiMe: O sea que ustedes catalogan ese material atendiendo al criterio de recuperarlo para producir otros programas.

Maximiliano Tocco: Dos criterios: el periodístico, para los archivos de noticiero, y el de envasado. No hay una gran catalogación en el archivo de envasados sino que es una descripción muy básica de lo que el productor dice que pasó. El productor no lo hace con el diccionario de lenguaje controlado. El noticiero es un poco más cuidadoso con la catalogación (estamos hablando del archivo que se hace día a día), pero tampoco tienen un manual de estilo. No lo tiene el canal 13, no lo tiene nadie, porque no se hace habitualmente.


 
 
 
    Archivos públicos de la TV Pública
 
ReHiMe: Pero en el caso de ustedes, al pensarse como un canal público, diferenciado en otros aspectos de los canales privados, ¿les parece que hay alguna lógica o que podría haber una lógica de conservación distinta?

Maximiliano Tocco: Por una cierta miopía, los canales privados le han dado poca importancia a los archivos históricos. Canal 9 se deshizo de todo y lo mandó al Museo del Cine. En el Museo del Cine también está Sucesos [Argentinos]. Canal 13, no. Canal 13 entendió la potencia del archivo, de hecho tiene una señal entera –Volver- que compró a precios muy económicos otros archivos. Entonces, ¿qué sucede? Los canales privados manejan todo esto con una lógica de necesidad operativa del canal. Si nosotros quisiéramos ver solamente las cosas con necesidad operativa, manejaríamos el noticiero con una base de datos de quince campos, y probablemente unos siete, ocho campos en la de envasado. Para lo que operativamente necesito. Pero si vamos más atrás, como éste es un canal público, esto es patrimonio histórico y tiene que sobrevivir a nosotros. Entonces tiene que ser descripto de tal forma que el paradigma cultural en el que estamos inscriptos no sesgue, de forma que le sirva a otra persona que vaya a investigar o producir sentido en el futuro. Ahí nosotros tenemos esa doble lucha. Porque tampoco podemos hacer una clasificación sofisticada que luego complique el funcionamiento operativo del canal. El canal tiene que poder trabajar con este archivo.





Mateo Gómez Ortega: En el caso del noticiero la cantidad de horas que se guardan también está en directa relación con la capacidad práctica de la gente de archivo de poder procesar, en tiempo real, esos crudos y las señales que se están bajando. Porque si no fuera así y, de las 150 horas diarias que llegan de las distintas vías, sólo se pudieran revisar 72, se empezaría a armar una cola al infinito. Entonces, hay un proceso que tiene que ver con la cuestión de que la televisión no tiene descanso que está relacionado con la capacidad operativa y obedece a razones sencillamente prácticas.

ReHiMe: Y ¿cuántas horas están guardando por semana?

Maximiliano Tocco: Envasados [artística] graba los programas que se emiten.

Fernanda Ruiz: Fijate que ese nombre ("envasados") está condenado a muerte. Hay un área que se llama "tape"...





Maximiliano Tocco: Había un tiempo en que la televisión no tenía archivo, porque no se podía grabar lo que uno hacía. Tenías fílmico para armar el noticiero pero los programas se hacían en vivo, la publicidad se hacía en vivo. Después aparecen los primeros formatos electrónico-analógicos. Los yanquis en el cincuenta y pico empiezan a grabar todo lo que hacen. Entonces en la publicidad ya no sale el tipo con el cartel temblando porque la tienen grabada. Por eso se llaman "envasados", venían enlatados.

Mateo Gómez Ortega:
De hecho, los primeros envases eran "señores envases" realmente pesados. Entonces, hay diez, once horas que se emiten, que es lo artístico. Y hay otras seis de noticias. Pero después está todo el resto: el recorte. Los retazos que sobraron, que en el caso del noticiero se guardan. A veces en los enlatados está lo que se editó y escenas que se sacaron. Eso a veces queda y otras veces se graba encima. A veces se encuentra material que está catalogado como "auxiliar".

ReHiMe: ¿Existe algún criterio general? ¿O algunos programas lo hacen y otros no?

Maximiliano Tocco: No hubo. No hubo en 60 años y ahora hay uno… más o menos…

Fernanda Ruiz: Hay dos vías de guardar lo que se está haciendo en este momento. Una es el formato XDCAM o el Beta en el cual se guarda el programa en nivel de resolución alto, de broadcast. Por otra parte, si ustedes entran a la web de Canal 7, se van a encontrar con todos los programas del último año y medio, prácticamente en un 90%. La programación diaria se sube en calidad viable para Internet que está optimizada por unos códecs para permitir una buena calidad de imagen. Ésa es otra línea de trabajo y de difusión.
 
 
 
    Audiencias y ciudadanía
 
Fernanda Ruiz: La Mediateca de Canal 7 http://www.tvpublica. com.ar/tvpublica/mediateca y el canal de Youtube es un reservorio donde están todos los programas desde 2010. La respuesta de la ciudadanía a ese trabajo que lleva nada más que un año y medio (que en 60 años de historia es muy poco) es enorme: pasamos los 15 millones de veces que alguien hizo play en algún programa de la Televisión Pública desde febrero del 2010. De esos quince millones, el primer millón nos costó cuatro meses de trabajo. Ahora estamos en 1.700.000 visualizaciones por mes. El crecimiento es progresivo. Y estamos llegando al millón de seguidores en las redes sociales. Es una comunidad que además va creciendo en su capacidad de diálogo sobre los contenidos que la televisión propone. Los primeros le hablan al video pero después discuten entre ellos y escriben varias páginas de argumentación. Van creciendo los debates con capacidad de argumentación de la gente. Y además, esto es una política institucional: prestarle atención a ese debate de la ciudadanía con respecto al video. Ahora se abrió un ciclo nuevo conducido por Adrián Paenza sobre temas muy difíciles de discutir: despenalización del aborto, eutanasia, despenalización del consumo de drogas…temas muy complejos. Paenza trae grupos de científicos de las más diversas áreas y la gente va opinando. Lo primero que me dicen es que la gente va a votar por sí o por no una consigna. Eso… es una limitación.





ReHiMe:
La gente escribe varias páginas y le hacen poner sí o no.

Fernanda Ruiz: Pero ¿qué es lo que emerge ahí? El mecanismo típico de la televisión. Decime, ¿lo echamos de la casa de Gran Hermano, sí o no? ¿Aborto sí o no? … Pero las autoridades lo entendieron y lentamente vamos haciendo que se considere una cuestión cualitativa que apunta a una participación más profunda. Entonces, van a votar por sí o por no, pero además van a argumentar y seguramente se va a armar un debate tremendo. ReHiMe: Y en términos de archivo, o en términos del canal, ¿qué implica, siendo un canal público, usar Youtube como herramienta de acceso al material? Es decir, un servidor extranjero, privado.

Mateo Gómez Ortega: Nos produce algunas dudas. Por lo pronto, estamos felices de haber gestionado en Youtube un espacio como el que tenemos: no tener las restricciones que tiene un usuario común. Nosotros podemos poner una cantidad ilimitada de videos de duración ilimitada. La realidad es que en Argentina no existe una plataforma que pueda soportar la cantidad que hemos subido y 1.700.000 descargas mensuales.

Fernanda Ruiz: Son 18.000 videos subidos en este momento.

Mateo Gómez Ortega: Realmente, esto creo que excede el objetivo de la charla, pero estamos ante la emergencia de servicios necesariamente globalizados que superan toda posibilidad, inclusive de empresas especializadas del ramo. Porque para poder brindar un servicio así, que a escala planetaria uno ponga un video y, estés donde estés, des un clic y lo veas… Bueno, hace falta un nivel de inversión y una tecnología que es de otra liga, otra escala.


 
 
 
    Modelos o experiencia sui generis
 
ReHiMe: ¿Ustedes saben cómo están funcionando respecto de ese punto otros canales públicos del mundo?

Mateo Gómez Ortega: Sí, la BBC tiene su espacio, la gran mayoría de los canales públicos, la Deutsche Welle también tiene su espacio. Por supuesto, puede que en algún punto estén más avanzados en el sentido de tener algo equivalente propio. Pero no es algo que no hayamos debatido internamente. También nos preguntábamos si, de haber tenido la posibilidad técnica de subir los 18.000 videos a un espacio propio, se hubieran producido 1.700.000 descargas mensuales. Hay algo que termina siendo una especie de trampa. A mí, personalmente, tampoco me gusta Facebook, y sin embargo… Si yo armara algo con la misma estructura informática de Facebook, ¿sería Facebook? No.

ReHiMe: Es interesante lo que decís, porque se invierte la argumentación. Yo te preguntaba por qué están en Youtube y vos me estás dando los argumentos por los cuales no dejar libre ese espacio de Youtube teniendo la opción.





Fernanda Ruiz: Exactamente. Nos sorprendió la gente de Google América Latina cuando nos dijo el año pasado que Canal 7 era el principal proveedor de contenidos audiovisuales de la región. Claro, lo que quiere Google es monetizar ese sitio. Dicen: "ustedes acá tienen millones y millones de personas haciendo click, vendamos algo... una Coca- Cola". Pero nos pasa también con las empresas privadas que nos brindan servicios de telefonía o lo que fuere: nos quieren vender un servicio de televisión en vivo por Internet y me dicen "y vos con esto, como servicio adicional, podés cobrarle al usuario que quiere ver tal programa en una franja determinada…". Todo el tiempo nos orientan a restringir para cobrar. Esta es una institución que hoy está, como todo el Estado argentino en general, en proceso de reconstrucción. Y hoy este canal está pudiendo decir esto: "no me interesa cobrarle a la persona que va a ver el partido de la Copa América por TV Pública".

ReHiMe: Lo que ocurre es que hay distintos modelos de concepción de televisión pública. Por ejemplo, no todos los canales públicos en el mundo tienen la misma política acerca de cómo conservar y cómo volver accesibles los archivos. Entonces la pregunta es si ustedes tienen un modelo o cuál piensan que es la mejor vía para hacerlo.

Mateo Gómez Ortega: En Alemania, el canal público es una red importantísima, es una red regional y a su vez con un canal federal. La situación de la derecha imperante hoy en Alemania les obliga a mantener los contenidos en Internet por un máximo de siete días: a los siete días tienen que bajarlos. Esta "libertad" que nos estamos tomando de tener tantos videos y descargas en línea, en algún momento genera reacciones de la magnitud de las que hoy vive nada menos que la República Federal Alemana. Porque además hay un debate sobre el valor. Youtube no nos pide una contraprestación por este servicio, Facebook tampoco. Y sin embargo, no hay ninguna duda de que lo que estamos haciendo y lo que hace Facebook genera valor.





ReHiMe:
Más allá del caso que decís de Alemania, nosotros pensábamos: ¿es función de un canal de televisión volver accesibles sus materiales? Porque una cosa es la política de la BBC, que tiene un trabajo de archivo sistemático para la producción pero que también está abierto para los investigadores. Y otra cosa es Francia, donde el sistema de radio y televisión de la ORTF [Office de Radiodifussion Télévision Française] pone al aire la programación pero es la Inathèque de France el lugar a donde van a parar los archivos públicos. Y es allí donde, si uno quiere, puede acceder a mirar los archivos para la investigación. 

Mateo Gómez Ortega: Yo creo que a partir de las redes digitales eso va a cambiar. Y mi opinión es que todo lo que salga al aire, hay que ponerlo en circulación. Porque además, si en el mundo analógico el problema era el envejecimiento de las cintas, hoy en el mundo digital tenemos un problema equivalente, que es el famoso códec. El algoritmo que hace que ese producto se haya convertido en información, se haya digitalizado. Y todavía más, el algoritmo que después de ese proceso lo comprime. Para decirlo más simplemente: hay dos transformaciones matemáticas. La primera es la que lo transforma en información, en descripción, y como esa información es demasiado grande, inmanejable desde todo punto de vista, viene la segunda transformación que consiste en reducir el tamaño de esa información. Son dos operaciones de complejísima matemática sobre el producto, y el algoritmo elegido es uno; no quiere decir eso que en 10 años ese algoritmo siga estando vigente, siga siendo posible volver a recuperar el audio y video.

Maximiliano Tocco: Para pensarlo de una manera más simplificada, piensen que así como había antes cassettes, vinilos o, yendo al mundo del broadcast profesional, un Beta o un U-matic... Se vuelve tan museológico el tape y su contenido como el equipo que lo reproduce. Lo que Matías está diciendo es que ahora hay un software que es un descodificador lógico (códec es codificación-descodificación) y la descodificación es como si fuera esa U-matic. Y lo tenés que preservar porque si no, mañana no podés acceder al material. Retomando la pregunta sobre los modelos -no sé si es soberbia o nopero creo que nosotros tenemos los elementos conceptuales, teóricos y el conocimiento práctico como para poder hacer escuela nosotros mismos. Y no quiero que suene soberbio pero con respecto al INA [Inathèque de France], al modelo de la BBC, al modelo de Brasil, del resto de la región, de los yanquis... donde quieras, nosotros estamos trabajando con una profundidad en el estudio de los códecs para elegir un formato de preservación digital –que ya lo tenemos elegido- para que nos habilite estas pautas: en veinte años quiero seguir teniendo la posibilidad de descodificar esto. Entonces, ¿hasta dónde tiene que estar publicado ese códec para que yo pueda generar mi propio descodificador, en qué formato físico voy a almacenar? Eso nos lleva a muchas luchas. Porque a veces querer hacer algo que sea lo más abierto y libre de acceso te lleva a estar en contra de los estándares de la industria en equipamiento e infraestructura. Tenemos esta tensión: no podemos desarrollar el códec en comunidad, y correr el riesgo de no contar con el soporte porque las grandes marcas de broadcast son las que hacen que hoy en día la gente prenda la tele y lo vea. Aún así creo que estamos manejando bastante bien esa doble tensión, porque nos estamos tomando el trabajo de investigar cosas que no son comunes que uno investigue: nos ponemos a investigar el códec. ¿Qué empresas del mundo del broadcast o qué organismos llevan la documentación? ¿Qué marcas nos quieren ofrecer eso? Incluso en las discusiones con la gente del INA que vos nombraste: han venido, hemos charlado y ellos tienen cierta postura de "vamos a evangelizar al aborigen", vamos a mostrarle cómo tienen que hacer las cosas como si nosotros no tuviéramos la capacidad de analizarlo. Porque pasa algo curioso: el recurso audiovisual que se necesita tener disponible en una estructura de broadcast, que en nuestro caso es digitalizar el archivo histórico, ha empujado a una modernización de toda la estructura. Nos obliga a tener que elegir y pensar y les ha pasado a otros países de Latinoamérica decir "bueno, tengo que comprar la última tecnología de broadcast, de MAM (Media Ace Management) que son los que nos llevan a digitalizar todo realmente. Y muchos países toman la decisión luego de ver qué hacen los yanquis". Nosotros nos estamos tomando un tiempo para comparar toda la infraestructura. Por lo tanto, ponemos un poquito de trabas cuando viene gente del INA y nos dice cómo se hace. Creo que no lo estamos haciendo mal para el presupuesto que tenemos, que hoy en día es mucho más de lo que se tuvo nunca. Éste es el primer tránsfer que hay en una institución pública en Argentina. Siempre lo tenían Cinecolor, Metrovisión, empresas de postproducción privadas pero comprarlo para 6000 horas de archivo fílmico, es un logro muy importante.





ReHiMe:
¿Qué políticas tienen para el telecinado?¿Con qué prioridades se manejan?

Maximiliano Tocco: Elaboramos una matriz pensada para elegir qué vamos a hacer primero y qué después. Como señalaba Fernanda, los productores no pueden imaginar otro mundo que no sea el del dinero y nos plantearon que había que seleccionar lo que tiene más valor. Y no, nosotros vamos a digitalizar todo. Porque yo no puedo decidir, por el paradigma de hoy, que algo es más importante o nada importante. Es como si alguien hubiera tirado todos los folletines porque eran un producto cultural bajo. Tenemos algo que nos va a acuciar que es el deterioro físico del soporte. El deterioro a veces no es cronológico: el fílmico, la cinta audiovisual magnética de 1972, el cuádruplex, o la de 1979 que puede ser un VTR y distintas marcas que por ahí una salió peor que otra, el U-matic, que es un formato de los '80 anda mucho peor, se está descomponiendo, tiene compromisos mecánicos peores que uno de diez años antes. Entonces nosotros primero vamos en orden cronológico, comenzando por un fílmico de 70 años que se está deteriorando, con compromisos de reproducción. Después, a eso le cruzamos este tema de las variables de las marcas, las partidas. Después también vamos a las necesidades operativas que pueda tener el canal y también a determinada política que se decidió en conjunto con Tristán [Bauer]. Canal 7 siempre fue el dueño, el enunciador que transmitía el discurso del poder ejecutivo. Entonces tenemos las cadenas nacionales. La cadena nacional es algo que tenemos que poner en disponibilidad. Nosotros lo tomamos como un ejercicio, de ciudadanía, de memoria ciudadana. De manera que, por un lado, priorizamos la conservación química y por otro lado, consideramos algo que tiene que ver con el contrato de lectura del canal, con lo que se espera –o nosotros pensamos que se espera- de una mirada histórica. Y después tratamos de seguir con absolutamente todo: cadena nacional, más lo que se rompe y después absolutamente todo.

Fernanda Ruiz: Para nosotros es una responsabilidad política de este canal. Ojalá que todas las gestiones que sigan asuman con la misma responsabilidad la democratización de los archivos históricos. Estamos tratando de construir una impronta muy fuerte en cuanto a las cadenas nacionales. Hicimos un primer video de un tema que fue el de las políticas económicas y el rol del Estado. Aparecen presidentes –desde Perón hasta Cristinahablando del rol del Estado en las políticas económicas. Pero con respecto a la democratización de los archivos históricos, y especialmente de las cadenas nacionales (de las cuales ya hay 500 horas digitalizadas y tenemos mil cintas por digitalizar en un proyecto de acá a un año), es muy importante para nosotros que esos archivos estén a disposición tal cual están -qué dijo exactamente Martínez de Hoz- y que se puedan hacer todas las ediciones que se le ocurra a la Televisión Pública, a una Universidad y a todos. Pero que ese discurso, lo que dijo ese hombre en ese momento, quede tal cual y confiar en que hay una ciudadanía con un conocimiento suficiente de lo que significa ser argentino para leer ese material por sí mismo. No tener que construir mediaciones y explicar la historia, sino que interpelamos a una ciudadanía que sabe, que entiende y que lo vivió. Mostramos este video en la Feria Del Libro y se juntaron alrededor de doscientas personas en el stand y la gente empieza a opinar con todo un conocimiento teórico y experiencial de lo que fue vivir esas épocas con esos ministros de economía.
 
 
 
    Legislación sobre Archivos
 
ReHiMe: Y pensando los archivos desde ese punto de vista, con criterio de ciudadanía, de su valor histórico, ¿ustedes cómo ven el hecho de que los archivos sean objeto de un tratamiento de Ley? Tal como existe en otros países o como hay con otros bienes culturales (la obligación de que se conserve en la Biblioteca Nacional un ejemplar de cada libro editado). ¿Qué les parece la posibilidad de que se conserve el archivo del canal de esa manera?

Mateo Gómez Ortega: Habría que formular esa pregunta pero pensando cómo se formula eso en el mundo digital. Inclusive el concepto de catalogación porque la catalogación tal como la vemos hoy, donde uno toma la unidad y llena campos, creo que hoy está ampliamente superada. Porque ese material puesto en circulación, puesto en una red, usado de una forma, usado de otra, con las facilidades con que uno puede copiar y pegar cinco minutos de acá y allá y crear lo que uno llamaría una obra derivada… ¿Pero podemos hablar de obra derivada? No hemos tenido los recursos pero nos gustaría mucho empezar a trazar la cartografía de lo que el canal ha puesto en circulación. Tenemos la hipótesis de que es más importante esa cartografía de las cosas puestas en circulación que los campos que alguien pueda haber imaginado para una pieza audiovisual.





ReHiMe: De todas maneras pensábamos en la cuestión de conservar, incluso, el flujo de lo que se emite por televisión en este momento. Para los investigadores es sumamente útil acceder a lo que el público vio en un momento determinado, como salió exactamente al aire, con la publicidad incluída.

Maximiliano Tocco:
¿Pero eso ustedes se lo pedirían a Canal 7 solamente?

ReHiMe: No, a todos los canales. 

Maximiliano Tocco: A mí me habló la gente de la comisión de patrimonio, pero no planteó una cuestión clara de qué implicancias tendría para nosotros que el archivo de Canal 7 fuera declarado patrimonio. Nosotros podemos llegar a tener miedo de que alguien diga "ahora se congela eso y no se puede hacer obra derivada". Es un riesgo porque ocurren disparates de todo tipo con la obra en general.

ReHiMe: En la discusión y redacción de la ley de Medios, la cuestión de los archivos no recibió un lugar relevante. Y sin embargo, hay experiencias de ese tipo: países donde por ley se archiva efectivamente lo que se emite por televisión y proyectos como los de la Unión Europea que, obviamente, son costosísimos, gigantescos, y que implican conservar prácticamente todo lo que Europa emite. Yo no sé si ustedes piensan que eso será viable e interesante. Y si habría posibilidades de plantearlo a nivel regional.





Mateo Gómez Ortega:
Yo creo que sí. Porque se podría estar archivando esa señal televisiva en muy distintas calidades, y el degradé de calidad está absolutamente emparentado con el costo económico. Entonces me parece que hoy están dadas las condiciones para plantear una cosa así. Si hoy fuera impensable guardar una cierta calidad, sí se puede guardar otra. Y en la medida en que el avance tecnológico te permita ir guardándolo en otra –cosa que es perfectamente previsible porque el costo por hora de guarda digital viene bajando sustantivamente de precio- es algo que excede a un canal y debiera ser una política general de todos los canales.

Fernanda Ruiz: A mí me parece que en general las leyes, como la Ley de Medios o la Ley de Medicamentos (se ha volteado a un gobierno democrático por intentar hacer una ley como ésta), hacen al fortalecimiento y crecimiento institucional. Entonces, no solamente estaría de acuerdo en generar una ley respecto de esto, sino que, indudablemente, es el momento político de plantar ciertos mojones sobre cuestiones de tanta relevancia en el país. Además, hay un contexto regional muy propicio para esto: los medios públicos de la región estamos entramando nuestro trabajo. Hay un movimiento que trasciende lo que pasa en la Argentina y que se va potenciando mutuamente. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual está siendo un hervidero en los países que todavía no la tienen y en otros, como Ecuador, la están tomando como modelo fundamental. También en Bolivia. Brasil no está pudiendo porque no está pudiendo con la pulseada con los medios concentrados. Pero si esto mismo lo pudiéramos hacer aprovechando este momento político tan fuerte en cuanto a políticas de la memoria... generales, no sólo con respecto a televisión...





ReHiMe:
¿Ustedes tienen contactos, redes con otros canales de la región? ¿En quiénes estás pensando?

Fernanda Ruiz: En este momento existe un proyecto incipiente que abarca a las radios públicas nacionales de América del Sur. Hay nueve países trabajando en conjunto con sus radios nacionales, salvo Chile, que no tiene radio nacional (la privatización en Chile se da en muchos aspectos), pero se va a incluir con una radio universitaria, porque la política de la UNASUR tiene como objetivo integrar, por encima de todas las cosas, también a Chile. Y se está trabajando también en la construcción de un portal de Internet donde converge el trabajo de estas nueve radios públicas nacionales y el tema del archivo histórico de esas radios públicas nacionales es un tema crucial del proyecto. A la vez, en otros países –no en todos, pero por ejemplo en Brasil, Venezuela, la radio pública que ya está involucrada tiene un canal público hermano como Radio Nacional tiene Canal 7. Hubo un intento de hacer esto con las agencias de noticias, con las hermanas de Telam, pero eso quedó sin concretarse. Hubo también encuentros de televisiones públicas de América del Sur.
 
 
 
    La narración histórica audiovisual
 
ReHiMe: ¿ Y cómo están pensando concretamente el valor del archivo para construir historia?

Javier Trímboli: Vale la pena aclarar que conozco mucho lo que hacen ellos [los integrantes del Área de Tecnología y Sistemas], pero cuando nosotros hicimos Huellas de un siglo durante el año 2009, la situación era bastante distinta. De hecho, son veinticinco capítulos que se hicieron sin acceder al archivo del noticiero. No pudimos acceder a nada. Lo que ustedes [los integrantes del Área de Tecnología y Sistemas] están contando es maravilloso, porque demuestra por un lado el grado de inversión que ustedes ya tienen en el asunto y el dominio que es tanto técnico como político. En el caso nuestro, nosotros hicimos toda esa serie sin poder usar nada del noticiero. Usamos solamente una pieza de envasados del canal porque no teníamos permiso para acceder. Evidentemente habla de un momento de débil soberanía política sobre el archivo. Entonces ahí tuvimos una falencia que intentamos solucionar apelando a cantidad de cosas. Para hacer un trabajo sobre Corrientes en 1999, que para mí es excelente, fuimos a Corrientes a buscar videos caseros, VHS de maestros que habían grabado la Plaza Dignidad o el corte del puente y bueno… salió feo. Nos gusta eso, que sea tan feo que embecellece. Esa fue una experiencia. Y ahora estamos embarcados en un proyecto que es sobre el siglo XIX, la Guerra del Paraguay, que nos coloca en otro registro. No obstante, hay otros nuevos proyectos que harían uso del archivo, así que es maravilloso. De todas formas hay algo que a mí me parece interesante y es cierta desprotección de los archivos también por el lado de los historiadores. Nos pasó con un episodio en particular, y que nos interesa mucho contar, porque nos trajo muchos problemas. "El malón de la Paz" es un capítulo donde bajan Kollas desde Humahuaca hasta Buenos Aires en 1946. Hicimos ese capítulo y dijimos "bueno, a ver qué sabemos". Es un episodio que tuvo muchísima prensa, durante dos meses estuvo en todos los titulares y también fue muy filmado. Marcelo Valco, que es un investigador de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, nos pasa el dato de que en el Museo del Cine hay diez segundos del programa de [Juan José] Soiza Reilly, de Odol, que lo filman en San Antonio de Areco cuando se juntan con mapuches. Buscamos de todo, pusimos a trabajar a todo el mundo y lo encontramos. Esos diez segundos están, el resto es foto pero conseguimos eso. Ahora, ¿a qué me refiero cuando digo "el abandono de los historiadores"? Nadie habla de ese tema. Martínez Estrada, por quien tengo un gran respeto, se hubiera podido hacer un banquete con esto, aparte de que era un antiperonista furioso. Y no lo menciona. Ni José Luis ni Luis Alberto Romero. Ya nadie habla del tema del Malón de La Paz, está ignorado. ¿Qué estoy queriendo decir? Hay un cierto culto por las ideas en la Argentina, que de tanto gusto por las ideas se saca de encima los archivos. Porque los archivos empiojan las ideas. Cuando un historiador se sumerge en un archivo, las ideas ya no "cierran". Entonces, ocurre con el archivo fílmico, pero también otros archivos quedan relegados.








ReHiMe: Vos decís que ahí la televisión no cumpliría un trabajo solamente de divulgación sino también de reescritura de algunos temas a partir del uso de archivos no revisados por los historiadores…

Javier Trímboli: Sí, para mí sí. Quizás es algo muy bastardeado, algo mucho más complejo, pero hay algo del retorno de lo real que la televisión puede hacer y muchas veces, contra una tendencia en nuestra cultura que es idealista. A mí me encanta Sarmiento pero esa frase de que "a los hombres los degüellan, a las ideas no" impone esta idea de que lo que importa son las ideas, no las imágenes, no los hombres. Porque ahí se pone a prueba el materialismo. Hay algo del archivo que es materialismo, que hoy se hermana con esto que estoy escuchando de ustedes, que es maravilloso por este nuevo momento y por todo lo que puede producirse. Así que a mí me gusta mucho. Cuando hicimos, por ejemplo, lo de las pobladas de Cutralcó y Mosconi, no tuvimos nada del canal. Al mismo tiempo sí teníamos el trabajo hecho por Maristella Svampa y otros muy interesantes...





ReHiMe:
¿Con la Guerra del Paraguay pasaba algo parecido, que no había relato construido?

Javier Trímboli:
No, con la Guerra del Paraguay pasa otra cosa… Bueno, tiene algo que ver porque en términos historiográficos, en la Argentina es un tema que no se revisa. Lo último que se escribió lo escribió León Pomer en 1970.

ReHiMe: No, [Miguel Ángel] Demarco escribió hace poco.

Javier Trímboli: Bueno, Demarco. Que es interesante, porque él es de la Academia Nacional de Historia, que escribe la biografía hagiográfica de Mitre, escribe sobre la Guerra de Paraguay y ojo, tiene algunos datos que son muy buenos y que nos sirvieron. Ahora, como relato, como narración… no. Entonces, en este caso el problema del archivo es otro, pero igual tenemos esa falta. En fílmico, lo último que se hizo sobre la Guerra del Paraguay es la película Argentino hasta la muerte, de Rimoldi Fraga (que es imposible de ver) en los años '70.

ReHiMe: La pregunta iba también a pensarlo desde otro punto de vista: no sólo pensar el archivo para construir algo que se muestre por la televisión sino, desde el punto de vista del historiador, ¿hasta dónde los archivos de televisión pueden llegar a servir como fuente? En ese sentido estoy pensando muchas cuestiones de las políticas de archivo del presente porque hay una carencia muy grande por parte de los historiadores para trabajar con fuentes no habituales.

Javier Trímboli:
Totalmente. Por ejemplo, vi el trabajo de Claudia Feld sobre la emisión del programa "Nunca más" y a mí me parece buenísimo como trabajo que se apoya en un archivo e incluso podría ir mucho más allá, porque alrededor de ese programa habla la cultura nuestra de una forma increíble. Con la cantidad de materiales que tenemos de ese tenor, de esa densidad, se puede avanzar historiográficamente.





ReHiMe:
¿Y vos creés que todas estas cosas que están pasando con el tema de la imagen y la historia van a abrir... no sé si una mirada nueva de la historia, pero sí que algunos documentos que antes se pensaban como documentos parias, que no tenían ninguna validez por ser reflejo de la realidad, cobren efectivamente sentido?

Javier Trímboli: Concuerdo. Me parece que hay ahí una posibilidad notable. Evidentemente son cosas que se retroalimentan. Probablemente nuestra historiografía, tanto la revisionista como la académica, liberal, haya tenido este sesgo idealista por esta tendencia a despreciar la materialidad de nuestros archivos. Entonces ahí se puede alimentar algo distinto que me parece que es de lo más interesante. Por ejemplo, la película que el Museo del Cine puso en circulación nuevamente: El último malón, de Alcides Greca, es una película genial. Una película absolutamente abandonada, y a partir de una serie de trabajos el Museo del Cine logra colocarla nuevamente en circulación, todavía limitada pero ya está colgada, ya está dando vueltas y empieza a producir cosas.
 
 
 
    Archivos para el público o para los investigadores
 
ReHiMe: ¿Cuál es la política de acceso al archivo? Es decir, la política del último año y medio me queda clara. ¿Pero en cuanto al material anterior? Sobre todo aquellos cuyos derechos no admiten que sean subidos a la página de Youtube o Canal 7. ¿Sólo están pensando en el público como destinatario o existe la posibilidad de pensar el acceso al archivo abriendo otros canales que tomen en cuenta a los investigadores?

Mateo Gómez Ortega: No sé si voy a contestar directamente, pero se me ocurrió algo a partir de lo que decía Javier cuando quiso ir al noticiero a pedir el material en 2009. Más allá de toda mirada oscura, hay un discurso que es el primero que aparece cuando uno va al noticiero y pide el material que es "Nosotros hemos custodiado el material y gracias a eso es que hoy está. -Sí, pero ¿me lo prestás? -No, no te lo presto". Lo primero que estamos tratando de revertir ahí no es la palabra "custodiar", sino que entiendan que hoy, en el paradigma del mundo digital, "custodiar" es que circule, no que esté guardado. Porque en el concepto analógico, donde ésa es LA copia y por lo tanto si esa copia la tengo yo, no la tenés vos y si te la presto no sé si va a volver. Eso en el mundo digital cambió, y entonces cuidar el material quiere decir ponerlo en circulación. Tal vez Metrópolis puede ser un ejemplo. Gracias a que circuló esa película, aún en el paradigma analógico de entonces, es que tenemos esa copia en la actualidad. Eso llevado al paradigma digital, con más razón. Lo que es importante y sería mi pedido a los académicos, es que si se genera aquel Instituto que guarde las horas de la televisión, sea a condición de ver con qué condiciones circula eso, porque de nada nos sirve que otra vez esté ahí guardado. De hecho hay una iniciativa del gobierno que se llama BACUA (Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino). Es decir, hoy hay toda una promoción para la producción audiovisual, aún cuando no está asegurado que haya una señal de televisión que la pueda incluir. Lo que le pasó a la industria editorial: antes las cosas escritas tenían que pasar por el embudo que era la editorial. A partir de Internet, todo el mundo puede subir lo quiere. Bueno, la televisión es un poco así: hay millones de horas de producción audiovisual y sólo unas pocas pasan los filtros necesarios para estar en esa tiránica cantidad de tiempo que tiene un canal de televisión. Pero desde el punto de vista del interés histórico y demás, hay miles de obras que se están produciendo que no llegan a ningún canal, no se llegan a poner al aire. BACUA es una iniciativa para poner en marcha a productoras de todo el país. Se ha generado un sistema de nodos y de polos -la RENAU [Red Nacional Audiovisual Universitaria] y otras iniciativas de ese tipo- cuyo objetivo es promover producciones locales en todo el país, y que eso vaya a parar a BACUA y, a partir de ahí, esté disponible para las señales de televisión actuales y futuras.





ReHiMe:
Es que hay algunas necesidades que se nos presentan desde la investigación sobre medios audiovisuales que no son las mismas que tiene alguien a quien le interesa ver un programa de televisión. Por ejemplo, lo que yo mencionaba antes respecto de poder conocer el flujo de televisión, que no es indispensable para todo tipo de investigación sobre medios pero sí lo es para algunas. Para nosotros recortar las publicidades es como si uno fuera a una revista o un diario y se encontrara todas las páginas cortadas, cuando sabemos que, teniendo una noticia, ver qué publicidad tiene al lado, dice muchísimo. Es fácil reconocerlo y en muchos programas de televisión actuales resulta obvio. Entonces, no contar con esa información a veces, para nosotros, es un problema importante. Lo que vemos es que en esa política de accesibilidad para la audiencia hay una parte de la cuestión que para nosotros sigue siendo insuficiente.

Mateo Gómez Ortega: Yo les pregunto: ¿para ese objetivo, a ustedes les hace falta lo que en nuestra jerga llamamos "calidad broadcast"?

ReHiMe:
No.

Mateo Gómez Ortega:
Bueno, eso hoy sería perfectamente posible técnica y económicamente.





Maximiliano Tocco:
A partir de la Ley de Medios se obliga a los canales a llevar un registro de la emisión completa. Todos los canales tienen su área de tele-control que graba todo el aire, con graph y todo pero lo va borrando a los ocho meses o al año. Tiene una función más que nada de auditoría legal, de pauta publicitaria. A los jefes de archivo les llegan pedidos de distintos juzgados porque necesitan una nota que salió en tal momento de un accidente automovilístico, y eso a veces se busca en archivo y otras veces en tele-control. Pero el tele-control muere en ocho meses. Existe una cantidad suficiente de casettes VHS de tres horas cada uno para grabar la programación completa durante ocho meses. La Ley de Medios obliga a conservar la grabación, que se archive para siempre, pero no en calidad broadcast. Entonces, el archivo real es en calidad broadcast porque no se puede grabar de cualquier manera si se quiere después trabajar con eso en una isla de edición. Si está todo en DVD después es un problema para una isla de edición profesional. Para tele-control hay nuevos sistemas que graban algo comprimido, que es perfecto para el uso que ustedes requieren y mucho más complicado para generar después productos. Por eso nosotros tenemos el plan de comprar el sistema que graba todo. Inclusive en un futuro se les puede dar un código de usuario (digo en un futuro porque es más complicado) y ustedes podrían ver toda la transmisión del canal hacia atrás desde la web. De hecho va a estar en breve internamente, acá en el canal, por la intranet y se va a poder visualizar. No va a haber ningún problema porque hay que hacerlo, lo exige la ley. O sea que quedaría todo por un lado y los crudos (como el archivo broadcast) por otro.





Fernanda Ruiz: Habría que definir las necesidades y en función de eso ver qué posibilidades habría de estructurar un puesto de visionado para investigadores. Primero, esto del flujo no lo había pensado. Y lo entiendo perfectamente desde la comunicación. Lo que es imposible es recuperar los archivos del pasado porque no están en ningún lado, así como los primeros diez años de la televisión argentina en los que estaba sólo Canal 7. Eso no está en ningún lado, con la excepción de algunos fílmicos de notas de noticiero que se iban a hacer a exteriores. Pero bueno, probablemente sería muy interesante poder estructurar, definir las necesidades y estructurar una solución. Quizás con un puesto de visualización podría solucionarse.

Maximiliano Tocco: El sistema que se va a implementar implica una visualización no peligrosa para el soporte. Si uno va ahora a pedirle un cassette al jefe de control sería una negligencia de su parte porque tiene una responsabilidad legal si el juez se lo pide. De hecho los archivos reciben allanamientos con policía.





ReHiMe:
¿Y todo el archivo histórico, esto que ustedes están transfiriendo ahora en telecine, podría eventualmente visualizarse en un puesto de este tipo?

Fernanda Ruiz: Bueno... es un poquito más difícil. Está bueno igual pensarlo. Es una construcción en el interior del Estado. Como pasa en el interior de la UBA en algunos aspectos. La transformación y la batalla cultural también se dan en el interior del Estado. No hay una política cultural homogénea, es una batalla que se da. Y la complejidad de estas instituciones hace que no se trate muchas veces de la orden de alguien.

Javier Trímboli:
Intentando pensar de la mejor manera esa resistencia... En el año 2009 se entiende que hubiera una inmensa desconfianza hacia nosotros que éramos los recién llegados, los que tocan y se van (la UBA, los estudiantes, los intelectuales). Pero hay cierta racionalidad en eso, el problema es cómo se vence. El tema es cómo convencerlos.





Maximiliano Tocco
: Mostrar el sistema de trabajo, de gestión, el trabajar juntos, mostrar el interés real que hay. ¿Cuántos habrán venido también a saquear? Realmente.

Fernanda Ruiz: La desconfianza se debe a razones históricas reales, no es que surge del imaginario… El otro día queríamos buscar algo y faltaba en todos los formatos. Nos fijamos en cuádruplex, en la lista… faltaba ese mes. Hubo un momento en que se llevaban cosas y no se hacían copias, se llevaban entero algo y no quedaba para nadie.

Maximiliano Tocco: Pensando una evolución de la televisión como dispositivo te encontrás con que ahora lo digital ya puede romper con eso: vos lo podés prestar porque la copia es sencilla y económica, es inmediata. Pero es un cambio y cuando lo entienden, se empieza a escuchar: "ahora ya no importa quién tiene el Beta, te lo copian en un minuto". Eso empezó a circular, lo escucho. "Ellos" o "el otro" van a lucrar con eso que es del canal.

Fernanda Ruiz: Creo que tampoco hay que ser idealista respecto de cómo ir venciendo estas fronteras. Lo importante es que a fuerza de trabajo vamos logrando que algunas personas entiendan que no estamos acá para dilapidar ninguna institución, sino que estamos trabajando. Eso es un proceso. Tristán [Bauer] llegó con Mateo en 2008, algunos de nosotros el año pasado. Y esto, lentamente, se va convirtiendo en algo que se comienza a entramar en red con alguna gente más permeable que otra. Y siempre está el intersubjetivo, no hay fronteras por áreas, siempre estamos las personas.





ReHiMe:
Nuestra percepción es que a veces no se entiende que el tipo de uso que nosotros pretendemos darle al archivo audiovisual es muy distinto al que le da un productor. Por eso la calidad no nos importa, porque no es que nosotros vamos a producir nuevo material. Para nosotros el archivo de televisión es algo que nos dice un montón de cosas que no vamos a encontrar en otro lugar y que nos interesa como material en sí. Hay algo de esa lógica de "presto–no presto" que para nosotros ni siquiera tiene sentido. Con venir y verlo es suficiente. Obviamente, es más cómodo verlo en muchos lugares, pero hay una parte de la cuestión que se solucionaría. Así como uno tiene que ir a ver ciertas cosas a archivos en papel, uno podría ver sin necesidad de tener copia de algunas cosas. Pero hay un problema, que tiene que ver con representaciones que vienen de lejos, y es el de creer que los archivos son para realizadores, se piensa que los archivos audiovisuales son para gente que después va a hacer otras realizaciones con material de archivo.

Maximiliano Tocco: Bueno, acá es al revés, alguien viene y dice "yo soy realizador, quiero este material" no hay forma de conseguirlo pero si alguien dice "vengo a verlo para anotar en este cuaderno"… está mucho más legitimado desde el mundo de la educación.








ReHiMe:
Igual, nosotros nunca lo logramos. Nunca pudimos acceder al archivo del canal. Además es importante subrayar que pertenecemos a la UBA, una institución pública. Por otra parte el resultado del trabajo de investigación, ya se trate de una universidad pública o privada es de interés público. Cuando uno publica un artículo, un libro, eso empieza a circular y tiene apropiaciones que salen del control de quien lo escribió. Y quizás esto es lo que no está instalado.

Fernanda Ruiz:
Nosotros lo entendemos. Creo que lo que hay que hacer es estructurar un trabajo colectivo por las vías por las que hoy sí podemos circular nosotros. Y a partir de ahí ir madurando un vínculo que luego pueda generar concretamente los espacios que hace falta tener. Ni nosotros tenemos que convencerlos a ustedes ni al revés tampoco. Me parece que sería importante empezar con los espacios que están habilitados hoy –el archivo de envasado, generar un convenio, empezar a trabajar. Y así como nosotros decimos que, al interior de la institución, estamos empezando a trabajar, si codo a codo, en el momento ves que al otro le importa, está acá hoy, mañana, pasado…entonces no es el enemigo. Y eso también va a permitir que se puedan abrir fronteras que para nosotros son importantes en la batalla interna de la institución, que la Universidad, y además la UBA y el Instituto sean parte de esto. Hoy no tenemos la solución, pero creo que tenemos algo muy poderoso para construirla.


 
 
 
 
         
Las fotos que acompañan este diálogo son gentileza del archivo de la
Tv Pública salvo las especificadas.

Desgrabación del diálogo: Santiago Alabarces Varela
 


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Este Diálogo forma parte del
Dossier 05 | 60 años de televisión en Argentina
y fue publicado dentro del Cuaderno 01



 
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Eduardo Romano

Intelectuales, escritores
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