Diferencia entre revisiones de «Cine 64»

Última revisión de 11:56 24 abr 2015

Reseña

Cine ’64/65 constituye, en muchos aspectos, un claro ejemplar de las publicaciones surgidas en Argentina en la década del ’60, pues presenta aquellos rasgos típicos que las distinguieron como revistas especializadas.

Inserta en el clima general de modernización cultural característico de la época, nace en febrero de 1964 como iniciativa de la agrupación Asociación Amigos del Cine. Institución integral que, a través de sus distintos departamentos (biblioteca, discoteca, cine club), difunde variadas manifestaciones artísticas: ciclos de cine, conciertos de jazz y tango, teatro, danza, cursos, etc. Más adelante (desde el No. 11, de abril de 1965), se adjunta a la revista un suplemento dedicado a la música, al teatro, discos y libros, con el objeto de brindar a los lectores “un panorama más amplio del movimiento cultural de Buenos Aires”.

En el comienzo goza de cierta continuidad, saliendo de febrero a junio de 1964 en forma quincenal. Suspende su edición hasta abril de 1965 (momento en que cambia su nombre por Cine´65) y, sin poder hacer frente a los avatares económicos, termina reducida a un Suplemento crítico semanal.

El diseño es sencillo, similar al de un periódico de pocas páginas, con formato tabloide (que cambia por uno de menor tamaño a partir del No. 11), letra pequeña y muy pocas fotografías. De hecho, el mayor atractivo de esta revista no se halla en lo formal, sino en su contenido. El lector se acerca a ellas para conocer las nuevas corrientes estéticas y movimientos (como el ‘Free Cinema’ inglés), aproximarse al estilo de ‘autores’ como Visconti o Bergman, encontrarse con cinematografías marginales (como el cine polaco) y sentirse partícipe de los debates más actuales acerca del arte y la cultura.

Dentro de estos intereses, Cine ’64 señala como primordial “estudiar, comentar y dilucidar los problemas de nuestro cine”, reivindicando la “lucha por un cine auténtico, valiente y estéticamente válido”. (N° 4, marzo 1964) Una constante en esta lucha es la defensa de la libertad de expresión a partir de extensos artículos y editoriales argumentando a favor de una completa derogación del decreto ley de censura, con casos famosos como el de El silencio (Ingmar Bergman, 1963 ) o Circe (Manuel Antín, 1963).

La revista cuenta con un staff pocas veces reunido. Lo integran algunos de los más destacados nombres de la nueva generación de críticos (Jorge M. Couselo, Agustín Mahieu, Tomás E. Martínez, entre otros) y también pioneros de la crítica especializada como ‘Calki’ (Raimundo Calcagno) y ‘Roland’ (Rolando Fustiñana). Algunos participan del ‘Consejo de los 10’, donde junto a representantes de los medios más importantes (La Prensa, El Mundo, Crítica, La Nación, Clarín, Primera plana, Tiempo de cine, etc.) otorgan una calificación a los distintos films del momento. En todos estos profesionales existe una voluntad común: ejercer una crítica “constructiva aunque sin miedos ni tapujos” (No. 4), desde una postura comprometida con la reflexión teórica y analítica del lenguaje cinematográfico.

Pasado ya el entusiasmo y la confianza de la primera hora, la revista se permite realizar un examen riguroso de la llamada ‘Generación del ‘60’, contemplando logros y fracasos, culpas y responsabilidades. Así encontramos el artículo “Panorama agreste del cine argentino” (No. 2), donde Lautaro Murúa habla en primera persona de un sentimiento de culpa por la connivencia y complicidad con que se permitieron las negligencias del Instituto. O el caso de T. E. Martínez que en ”La generación desperdiciada”, del No. 6, se propone “intentar un examen de conciencia, verificar hasta qué punto los jóvenes del nuevo cine son los responsables de su caída”.

Pero quizás el aporte más interesante es el de Jorge Miguel Couselo que, en el No. 5, se interroga sobre el verdadero alcance del nuevo cine argentino y realiza un profundo balance, discriminando sus aspectos positivos y negativos. Allí dedica un párrafo para ponderar el papel crucial jugado por la crítica en el surgimiento del nuevo cine, cumpliendo “la útil tarea de preanunciarlo como necesidad, acunarlo como promesa, promocionarlo como realidad y defenderlo como valor positivo”. Al mismo tiempo, tiene la lucidez de reconocer los errores de esa crítica, que “olvidó (…) orientarlo de veras, señalarle en profundidad errores (…) cortarle las alas de la autosobrevaloración”; y que hizo “de la crítica europea una suerte de árbitro inapelable, sin entrar a considerar razones más hondas que hacen al proceso cultural argentino”

Desde una mirada favorecida, claro está, por la distancia, Cine ’64 ofrece así otro panorama sobre este período y ayuda a comprender e interpretar desde múltiples perspectivas los procesos que hacen al devenir de nuestra cinematografía.

Ficha técnica

Referencias

González Centeno, Carolina (2003). Cine 64/65. En Kriger, Clara (dir.) Páginas de cine. Buenos Aires: Archivo General de la Nación (Pp. 36-38).

El texto original de esta entrada es una transcripción del artículo citado de González Centeno.