Diferencia entre revisiones de «Guión»

Última revisión de 09:53 8 may 2015

Reseña

La revista se anuncia desde su portada como un semanario cine-radial. La estructuración de sus ejemplares está basada precisamente en esta división entre cine y radio, dedicándole la misma importancia a los dos medios. Desde el punto de vista gráfico, mantiene las características de las revistas de le época, con hojas de amplio tamaño, donde el texto se ve acompañado por gran cantidad de fotografías blanco y negro o coloreadas. Sin embargo, la distribución de las notas y las fotos es un tanto caótica, dando como resultado páginas completamente abigarradas de información de todo tipo. La ubicación del texto y las fotografías excede las clásicas formas verticales y horizontales del diseño para incursionar en formas circulares y alineaciones oblicuas.

El objeto del semanario es claramente el cine nacional. Su postura es abiertamente didáctica, con la firme intención de afianzar los vínculos de interés del espectador por la cinematografía nacional. Como el nombre de la revista lo índica, el énfasis principal de las notas está puesto sobre la creación de los guiones y sobre las distintas fases de producción de un film. Se difunden así diversas entrevistas realizadas por Chas de Cruz en su audición de Radio Belgrano a reconocidos directores y guionistas como: Carlos Borcosque, Samuel Eichelbaum, Manuel Romero, José Ferreyra y Mario Soffici, entre otros.

La preocupación por el desarrollo de la industria cinematográfica local, es un tema de vital importancia para la revista. En el Nº 24, se le pide abiertamente al Estado que interceda en la protección del cine nacional contra “los duros embates del cine yanqui”. Se critica, asimismo, la constante repetición de formulas en los argumentos que, tratando de imitar a los del cine extranjero, “están llevando a la decadencia a nuestro cine”. Se boga siempre por un cine que sea auténticamente argentino, sin poder definir nunca con exactitud que es lo que se entiende por argentino. Criticando a los productores, en el Nº 90, se observa que suelen valerse en forma abusiva de la fama de las estrellas para provocar interés en el público, pero que “el público, como los niños, se cansa del mismo juguete”. Se indica que son necesarios verdaderos productores que conozcan de la materia y no “meros capitalistas sabelotodo que quieren cumplir con esa función”.

La interactividad con los lectores es otra característica fundamental de la revista. Desde sus páginas se organizan distintos concursos. Uno de los más relevantes es el denominado “10 nuevas figuras para Argentina Sono Film”. En el mismo se busca seleccionar seis actrices y cuatro actores, y está abierto para todo el país, Uruguay y Brasil. Sobre el concurso se advierte reiteradamente que no se trata de seleccionar belleza física sino “lindos y feos por igual con aptitudes cinematográficas”.

Es importante destacar esta tendencia que intenta hacer creer al lector que él también puede formar parte del maravilloso mundo del cine. El mensaje de la revista está continuamente apuntando a la posibilidad de que el hombre común pueda integrarse como artista de cine. Por ejemplo, en el Nº 20, el director Carlos Borcosque explica que en E.E.U.U. se prepara en escuelas a los aficionados para después llegar a la pantalla. Señala la necesidad de realizar semejante actividad en Argentina y que Chas de Cruz tiene pensado hacerlo con la colaboración de Arturo S. Mom y Luis Cesar Amadori.

Por último, la revista se hace eco de polémicas y discusiones que circulaban en el ámbito del cine nacional a principios de los años ’40. En una entrevista con el director del Instituto Cinematográfico Argentino, publicada en el Nº 26, Carlos Alberto Pessano, se le pregunta directamente porque se censuran y prohiben películas, ante lo cual Pessano responde que “ninguna de las películas presentadas al Instituto Cinematográfico ha sido prohibida, tan sólo se han tratado de evitar los aspectos de un argumento que podrían desnaturalizar no solamente las costumbres, sino la época, hechos y personajes de la Argentina”.

Otro caso particular es la pelea que la revista tiene con Argentina Sono Film (empresa que patrocinaría el concurso mencionado sólo un año más tarde). En el Nº 29 se acusa al Sr. Rossi (miembro de Argentina Sono Film) de instigar a varias empresas para que reduzcan su publicidad en la revista. Se adjudica esta actitud a una crítica negativa que el semanario hiciera de una de las últimas producciones del estudio. En la misma nota, tras reivindicar la libertad de prensa, se subraya que la revista tiene 200.000 lectores anuales que desean ser informados libremente.

Este caso deja entrever que las relaciones entre la prensa y la industria no siempre eran afortunadas. En el Nº 32 se hace referencia al incidente protagonizado por Bruski, director de la revista Cine prensa; y por Atilio Mentasti, presidente de Argentina Sono Film. Se cita textualmente a Mentasti, quien habría abordado furiosamente a Bruski en la mesa de un café al grito de: “¡a usted le va a convenir dejar de fastidiarme con su pasquín, ruso infame!”. Nuevamente la revista adopta una dura postura contra el estudio, criticándole sus actitudes hacia la prensa y señalando que “todo lo que está haciendo Argentina Sono Film es una basura”

Ficha técnica

Referencias

Piedras, Pablo (2003). Guión. En Kriger, Clara (dir.) Páginas de cine. Buenos Aires: Archivo General de la Nación (Pp. 100-102).

El texto original de esta entrada es una transcripción del artículo citado de Piedras.