Diferencia entre revisiones de «Tiempo de cine»

Última revisión de 11:50 24 abr 2015

Reseña

En Agosto de 1960 nace Tiempo de Cine, revista especializada que surge de las filas del Cine Club Núcleo. El estilo particular, revolucionario y comprometido de la publicación fue fijado por su cuerpo editorial formado por Víctor Iturralde, José A. Mahieu, Salvador Sammaritano y Héctor Vena.

Su periodicidad inicial fue mensual, pero durante los ocho años que circuló esta se volvió irregular y con interrupciones (la mayor entre 1965 y 1968), debido a la inestabilidad económica que tuvo que enfrentar. De todos modos, la revista no interpuso pautas publicitarias en sus páginas, ni aún durante las difíciles crisis que padeció la editorial.

Sus 23 números contaron con diferentes aportes gráficos. El primer número “doble extraordinario” fue la excusa para lanzarse con renovado diseño estético, de las 43 páginas iniciales se pasó a 88 páginas en el mes de agosto de 1962. Otro cambio se registra durante la primavera / verano de 1965, cuando Tiempo de Cine vuelve a relanzarse como ‘la nueva serie’. Para ello, cambia el diseño de arte de tapa, la diagramación interna, la tipografía de las notas y su formato se reduce de 27cm x 20cm a 25cm x 20cm. Dadas las irregularidades en su circulación, la editorial comunica que por motivos económicos la edición será coincidente con las estaciones del calendario, aunque la salida volvería a retrasarse hasta Agosto / Septiembre de 1968, fecha en que contó con 96 páginas.

Su primera tapa a tres colores aludía a la modernidad del cine, con un fotograma del film Hiroshima Mon Amour (Alain Resnais, 1959), cuyo guión completo se publicó en una sección fija que acompañaría la revista hasta sus últimos días. Esta novedosa sección acercaba los guiones al amante del cine, para que luego pueda seguir junto a los columnistas, las críticas que usaban como soporte ese material.

Esta revista abogó por difundir un lenguaje especializado en la crítica cinematográfica. Lenguaje que estaba en auge en el viejo continente europeo por el desarrollo de las nuevas teorías estéticas de cine. Las notas hechas por los corresponsales locales e internacionales se caracterizan por la utilización de herramientas teóricas que provenían de ámbitos académicos, fundamentalmente ligados a la lingüística, la sociología, y la psicología. Entre los aportes extranjeros, se destacan los del italiano Guido Aristarco, el francés Marcel Martin o el norteamericano George Fenin.

Adrian Veaute afirma en el estudio que realizó sobre esta revista, publicado por otrocampo.com, la presencia de valiosos estudios sobre los fundamentales movimientos franceses e italianos de la época, y agrega que colaboradores como Edgardo Cozarinsky, Homero Alsina Thevenet y Emir Rodríguez Monegal no perdieron de vista el análisis del ascendente cine sueco de los años '60 y fueron unos de los primeros en estudiar meticulosamente la filmografía de Ingmar Bergman, así como Mabel Itzcovich hizo un aporte fundamental al acercarse al naciente cine polaco.

Tiempo de Cine criticó abiertamente la falta de renovación en nuestro cine, justificando la postura con el surgimiento de “los Rosellini”, “los Bresson”, los “nuevos cines”. Aduciendo que no puede haber cine sin renovación generacional, antepone como excepción a Leopoldo Torre Nilson. Por ello, los artículos críticos sobre directores como Buñuel, Fellini, Visconti, Godard, Bresson, Resnais, no impedían el seguimiento de las producciones de jóvenes realizadores como José David Kohon, Manuel Antín, Rodolfo Kuhn, Fernando Birri, Simón Feldman y Leonardo Favio.

Muchas de las editoriales de Tiempo de Cine se centraban en reclamos por la defensa del vapuleado cine argentino y en la denuncia de irregularidades en las funciones del Instituto de Cinematografía y los organismos gubernamentales.

La lectura de todas estas editoriales es cautivante a la hora de reconstruir el campo cinematográfico local. Por ejemplo, en “Quijotes para una agonía”, editorial de presentación, se expresa la dura crisis que enfrenta el cine como industria nacional frente al cine de importación y se proclama que “nuestro cine está rodeado por una prensa reaccionaria, amarilla, por revistas mal escritas, producto de los genuflexos del peso rápido. (...) Producto del mismo cine argentino que necesita del favor para estimular el elogio, el interés...”

Estos artículos, voz propia del cuerpo de redacción, exhibían la convicción ideológica del nuevo pensamiento sobre el sector, así como también divulgaban la necesidad de modernización del hecho cinematográfico a través de la difusión y apoyo a las nuevas corrientes nacionales.

Es importante destacar la participación del público en el Correo de Lectores, tanto expresando la desesperación por tener el último ejemplar, como por corregir el más mínimo detalle omitido o errado por el columnista de cada nota. Uno de los ‘aficionados exigentes’ a quienes iba destinada la revista se quejaba de que Tiempo de Cine “malgaste su papel (que no es barato) en infrapelículas como Barcos de papel, Cuando calienta el sol, y otras; y aún como La cigarra no es un bicho que atento su éxito taquillero, no merece compartir espacio junto a notas de Torre Nilsson, Murúa, F. Birri y otras gentes que hacen cine en serio. A este paso voy a tener que comprar Antena que no es tan cara”.

Para retribuir el fervor de ese público, se publican distintas secciones, una de ellas llamada Fichero de estrenos y reposiciones, era presentada con un formato desmontable y a modo de librito adosado a la última parte de la revista, con fichas coleccionables que toman en cuenta las especificaciones técnicas de los films (título original, fecha y salas de estreno local, calificación, actores principales y director).

Finalmente es imprescindible destacar la consecuente batalla que la revista desplegó contra la censura, ya sea cuando se aplicaba sobre las películas o frente a las normas legales que intentaban limitar la creación y la posibilidad del espectador de acceder libremente al consumo en las salas.

Ficha técnica

Referencias

Macagni, Anastasia (2003). Tiempo de cine. En Kriger, Clara (dir.) Páginas de cine. Buenos Aires: Archivo General de la Nación (Pp. 169-171).

El texto original de esta entrada es una transcripción del artículo citado de Macagni.